La fortuna de los 116.066 contribuyentes de la Comunitat Valenciana que realizaron la declaración del impuesto de Patrimonio -suprimido en el ejercicio de 2008- se eleva a 88.688 millones de euros, una cifra equivalente al 86,8 % del valor nominal del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico correspondiente al año 2010 y superior en cinco veces y media al último presupuesto de ingresos y gastos de la Generalitat para todo el ejercicio 2011. Según los datos de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT), este gravamen representa al 5 % de los contribuyentes valencianos de la renta y aportó a las arcas públicas un total de 2.121,4 millones, de los que 215,2 venían de la Comunitat.

La fortuna de los obligado s a realizar el impuesto del Patrimonio -la vivienda habitual estaba exenta y apenas afectaba a las clases media- se concentra sobre todo en capital mobiliario (deuda pública, acciones, obligaciones, bonos, así como depósitos en cuentas corrientes o de ahorro), cuyo capital asciende a 62.619 millones. Los bienes inmuebles (de naturaleza rústica o urbana) valen19.963 millones.

Inversiones en Sicav

Un vehículo de inversión utilizado por las grandes fortunas es el de sociedades de inversión colectiva como las Sicav, ya que poseen una ventajosa condición fiscal al tributar solo un 1 % por los beneficios, frente al 19 % de las ganancias patrimoniales individuales. En este capítulo los valencianos tienen invertidos 7.608 millones de euros. Por otro lado, en bienes suntuarios, es decir vehículos, joyas, pieles, así como objetos de arte y antigüedades, los contribuyentes poseen activos valorados en 204,7 millones .

Los datos de Hacienda revelan, según el balance del Impuesto de Patrimonio, que casi un millón (981.498 liquidaciones totales) de españoles estaban obligado s a tributar al Fisco en este concepto. De éstos, la mitad reconocieron bienes por un valor superior a los 300.000 euros (es decir 50 millones de las antiguas pesetas). Mientas el Gobierno central lleva dos años amagando la posibilidad de incrementar la presión fiscal sobre las rentas más elevadas, el candidato socialista Rubalcaba acaba de asegurar que incluirá en su programa un impuesto para ricos. Por su parte, la dirigente del PP Maria Dolores de Cospedal rechaza gravar patrimonio porque "más impuestos equivale a más paro", una situación que contrasta con el decidido paso en países como EE UU, donde los grandes magnates se han puesto de lado del Gobierno y están dispuesto a pagar más impuestos, así como la élite empresarial francesa, cuya incitativa ha propiciado el alza de tributos para las rentas altas. Sin embargo, el Gobierno italiano ha decidido finalmente no incluir la propuesta de fijar un nuevo impuesto que grave a las rentas superiores a 90.000 euros anuales y controlar el fraude fiscal.

El PP dice que subir impuestos a los ricos "equivale a más paro"

La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha asegurado que su partido "está en contra de crear o de volver a poner el impuesto de patrimonio" si gana las elecciones porque, en su opinión, "más impuestos equivale a más paro". De Cospedal ha terciado así en la polémica generada entre "populares" y socialistas sobre si deben ser necesario o no nuevos impuestos para las grandes fortunas. La "número dos" del PP ha asegurado que el PSOE y el Gobierno "tienen muy poca legitimidad para hablar de un impuesto para ricos". Los grupos del PP, Compromís y Esquerra Unida en Les Corts han puesto en duda que el PSOE vaya a aprobar un impuesto para ricos argumentando que no lo ha hecho hasta ahora, y han propuesto otras fórmulas como la solidaridad, en el caso del PP, o un sistema impositivo progresivo, defendido por la oposición.