La Generalitat valenciana afronta en menos de tres meses el mayor vencimiento de deuda de todo el ejercicio de 2011 y todavía no sabe cómo va a devolver el dinero. El 22 de diciembre se cumple el plazo dado por el Instituto Valenciano de Finanzas para devolver los 1.500 millones de euros más el 4,75 % de interés emitidos un año antes a través de bonos destinados a inversores particulares. El conseller de Economía, Enrique Verdeguer, del que depende orgánicamente el Instituto Valenciano de Finanzas, aseguró ayer que su objetivo es renovar la operación (es decir, hacer una nueva emisión para para pagar la anterior) e incluso tratar de colocar más deuda, aunque matizó que "eso nos lo van a decir nuestras necesidades y la situación del mercado".

Las palabras de Verdeguer, que ayer suscribió un convenio con el vicepresidente de la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca, Juan Manuel García, para favorecer la inyección de 10 millones de euros en empresas valencianas a través de la línea ICO-Liquidez, recibieron diversas interpretaciones, incluso la de que estaba barajando una prórroga en la devolución del principal de los bonos a cambio de seguir pagando intereses. Esta posibilidad, que no está recogida en la resolución publicada el 1 de diciembre de 2010 por el IVF, supondría de hecho un impago y tendría efectos muy perjudiciales para la calificación de la deuda valenciana por parte de las agencias crediticias. Economía difundió ayer una nota en la que descartó la posible prórroga y aseguró que los inversores que compraron bonos recibirán tanto el capital principal como los intereses generados" el próximo 22 de diciembre.

La segunda opción, que dependerá de la demanda que se detecte en el mercado, es realizar una nueva emisión de bonos patrióticos para cubrir la anterior, al igual que planea hacer la Generalitat catalana que preside Artur Mas. Economía aseguró que no descarta esta opción y dio por hecho que, obviamente, los particulares que ya compraron bonos anteriores podrán participar en la nueva operación.

La tercera alternativa es recurrir a los mercados mayoristas de deuda para obtener la liquidez necesaria para afrontar el vencimiento de los 1.500 millones de euros. Tanto esta opción como la de emitir nuevos bonos pueden encontrarse con el problema de la ausencia de demanda en el mercado. El conseller de Hacienda, José Manuel Vela, ya ha advertido de las grandes dificultades con las que topa el Consell para renovar deuda. El pasado verano, la Generalitat no consiguió refinanciar más de 200 millones y tuvo que tirar de caja para amortizar créditos.

Si Economía no es capaz de encontrar quien le preste 1.500 millones antes del 22 de diciembre se verá obligada a devolver el dinero con sus propios recursos, lo que implicará retraer fondos destinados a otras cuestiones. Algo que anticiparía todavía más recortes.

Un plan de pago condicionado

El conseller de Economía, Enrique Verdeguer, avanzó ayer que mañana llevará al Consell el decreto ley sobre el régimen económico financiero del sector público empresarial y la fundaciones que depende de la Generalitat. El decreto, además de definir, las normas de control sobre el gasto de las empresas, prevé articular un plan de pagos a proveedores que, no obstante, estará "condicionado por la situación de la financiación y la falta de liquidez", según explicó ayer el conseller de Economía, Enrique Verdeguer. El pleno del Consell también aprobará mañana viernes la constitución de la Corporación Pública Empresarial Valenciana que hará de paraguas para reestructurar el sector público. Verdeguer insistió en que los criterios de austeridad tendrán reflejo en los presupuestos de 2012.