La crisis no ha causado solo avalanchas de despidos en las empresas, sino también una concentración de «mano de obra» barata en la Comunitat Valenciana: hay menos trabajadores y los que sí consiguen una ocupación cobran salarios menores. Así se desprende del estudio del «cálculo aproximado de salarios en España» publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dentro de su última Encuesta de Población Activa (EPA), que refleja datos del ejercicio 2010.

El informe divide en diez deciles (1 el menor y 10 el mayor) los tramos de sueldos y atestigua que uno de cada cuatro residentes en activo en la Comunitat percibe por su trabajo una cantidad inferior al salario mínimo interprofesional de 641,41 euros. Este grupo de «mano de obra» barata está formado por 370.800 trabajadores (deciles 1 y 2) y representa uno de los escasos segmentos en los que el ratio de empleados aumenta —13.200 más respecto a las cifras de 2009—.

Los datos también avalan un ligero descenso de la brecha laboral, ya que el grupo de directivos que cobran más de 3.200 euros al mes disminuye de forma leve. En concreto, las empresas de la Comunitat pasaron de contar con 119.000 altos ejecutivos en 2009 a 115.800 el año pasado (3.200 menos). Las funciones de los máximos dirigentes jubilados o despedidos fueron asumidas por los 14.400 empleados nuevos con nóminas superiores a 2.500 euros, que pasaron de los 119.300 de hace dos años a los 133.700 del 2010. Así, todo apunta a que las firmas aprovecharon la coyuntura para normalizar su estructura en nuevos jefes de departamentos que se repartan la carga laboral de sus superiores.

Masa salarial «media»

El resto de salarios pueden dividirse en dos tramos: los operarios con ingresos inferiores a 1.388 euros —que agrupan un gran grupo de ‘mileuristas’, una vez eliminados los impuestos— y aquellos con salarios mayores a 1.500 euros. En ambos casos, el número de empleados desciende.

El primer grupo, formado por el segmento más «normal», sí nota el efecto de la crisis y pasa de 623.400 trabajadores en 2009 a 532.200 en 2010. En el camino se quedaron un total de 91. 200 personas. En el segundo caso perdieron su trabajo 44.100 residentes en la Comunitat —de 458.000 asalariados hace dos años a 413.900 en 2010—, lo que deja entrever que las empresas decidieron apostar por aligerar su masa salarial «media» ante la débil coyuntura económica.

La interpretación a nivel nacional deja entrever que la C. Valenciana forma con Andalucía (596.000 personas con renta baja) y Murcia (119.700 residentes) el trío de autonomías con mayor concentración de sueldos por debajo del salario mínimo.

En el caso opuesto se sitúan los residentes en Madrid y País Vasco. El 27% de los ciudadanos de la capital cobraron 713.800 nóminas mayores de 2.500 eros, por 219.200 residentes vascos —28% del total—. Si observamos la evolución interanual, destaca la aparición de 37.500 nuevos altos ejecutivos en Madrid con sueldos más allá del umbral de los 3.200 euros. Quizá, la concentración de sedes de grandes empresas en la capital causo esta tendencia. Las variables demográficas no son las únicas tratadas en el estudio. El informe también deja entrever que las carreras relacionadas con la salud y los servicios sociales —224.900 personas, 23%— allanan el camino hacia una situación económica más positiva.

A su vez, también cabe apuntar que el porcentaje de trabajadores del sector público con pagas más altas —280.700— siguen superando a los del sector privado, dato quizá motivado por el mayor peso de la Educación y la Sanidad.

Por sexos, son muchas más las mujeres (2.230.300) que reciben salarios más bajos; casi triplicando el dato masculino (828.700). Hay tendencias que, por desgracia, no cambian.