Suena un poco exagerado, pero los mercados pueden matar a los depósitos bancarios.

Cuando se produjo inicialmente la guerra del pasivo, reavivada periódicamente por algunas entidades, se debía básicamente a la falta enorme de liquidez de las entidades financieras para poder afrontar la devolución de sus deudas. La necesidad de captar fondos provenientes de clientes privados (particulares mayormente) hizo que los tipos de interés que se ofrecían a los depósitos se disparasen y surgiese la encarnizada ‘guerra del pasivo’.

¿Qué ocurrirá entonces ahora que el BCE ha inyectado liquidez bajando el precio del dinero lo que ha facilitado el acceso al crédito a las entidades financieras a menores precios? ¿Qué ocurrirá ahora que la prima de riesgo se ha alejado de máximos históricos con lo cual el invertir en deuda pública ya no es tan rentable como antes?

En ambos casos, la repercusión de estas medidas motivará un descenso en la rentabilidad ofertada en los depósitos bancarios tradicionales.

Pero el hecho es que las entidades financieras han respondido de forma diferente, ya que algunas han mantenido el tipo de interés, mientras que otras lo han aumentado y otras lo han reducido, con lo cual el futuro de hacia dónde irán los tipos de interés pese a los dos hechos antes enunciados (que indicarían una bajada de tipos) es realmente incierto. En nuestras predicciones de rentabilidad de tipos a medio plazo está la posibilidad de que incluso toquen el 5% en algún momento del 2012.

La banca sabe que por ahora puede tipos de interés de los depósitos, pero no se puede dormir en los laureles porque cualquier vaivén de los mercados puede motivar el cierre o el encarecimiento de la financiación procedente del BCE y por lo tanto el tener que recurrir de nuevo a la financiación vía captación de ahorro de los pequeños inversores. Por eso no puede permitirse el lujo de perder clientes que ya tiene, ya que en caso hipotético futuro de necesitarlos, difícilmente conseguirá captar a un cliente que se le haya ido porque en otra entidad le pagaron más. Cliente que se fue, cliente que no vuelve.

Debido a esto, lo que se nos acerca en el horizonte es otra guerra del pasivo pero a menores tipos de interés.

Es decir, hasta ahora, los depósitos peleaban por estar alrededor del 4% TAE a plazos de un año. Fuera de estas condiciones, las entidades no conseguían captar nuevos clientes. Ahora, probablemente a corto plazo la guerra seguirá, pero en un tramo menor de tipos de interés en torno al 3% TAE. Algunas entidades, sobre todo las extranjeras, que no se tienen que ceñir a la normativa del BdE en materia de limitación de tipos de interés en los productos de ahorro, ofrecerán productos fuera de este rango para captar dinero nuevo (ejemplos actualmente de las entidades lusas Banco Finantia Sofinloc o Banco Espirito Santo).

La liquidez la han conseguido, pero ahora deben de conseguir fidelizar a los clientes y que no se vayan, porque cuando les toque renovar el producto de ahorro experimenten una bajada drástica en los tipos de interés. Por eso muchas entidades están comercializando ya producto a medio y largo plazo a intereses atractivos, para conseguir captar ahorro a medio plazo ante eventuales cambios en la política de inyección de liquidez del BCE.

El perjudicado está claro que va a ser el ahorrador particular, ya que experimentará en sus carnes la reducción de los tipos de interés, sobre todo cuando le toque renovar los depósitos en su entidad actual, lo que nos hace entrever que con alta probabilidad deberá de cambiar de entidad financiera sus ahorros si lo que persigue es conseguir mantener el tipo de interés que tenía hasta la fecha, ya que como dinero nuevo para otra entidad sí que podrá recibir mejor tipo que si se tratase de renovación de mismo dinero en su actual entidad.

En todo caso, para conocer en cada momento las mejores ofertas en depósitos uno tiene a mano herramientas como el comparador de depósitos de iAhorro.com.