El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha admitido que la situación respecto al desempleo, con una tasa de 22,9 por ciento de la población activa, es "crítica" y, aunque "no puede ser más grave", todavía empeorará en 2012, ha dicho.

"Es difícil pensar en un punto de partida peor para una legislatura", ha recalcado Rajoy en una comparecencia ante el Congreso de los Diputados para presentar los resultados del Consejo Europeo del pasado día 30 en Bruselas.

No obstante, ha subrayado que "en política no existe la herencia a beneficio de inventario", con lo que la misión del nuevo Gobierno será "revertir la situación" a través de unas reformas que continuarán "durante toda la legislatura", ha dicho.

"Lo más urgente es reducir el déficit público", ha recalcado Rajoy, para quien "no había otra opción" que "recortar de raíz la crisis de credibilidad" con las primeras medidas de recorte.

Reforma laboral

Respecto a la reforma laboral que aprobará el próximo viernes el Gobierno, Rajoy ha anunciado que será "amplia y profunda, a la vez que equilibrada", aunque ha reconocido que sería "un profundo error" culpar del problema del desempleo sólo a la legislación del mercado de trabajo.

El jefe del Ejecutivo ha definido como un "firme partidario del diálogo social", y ha recordado que por ello animó a los agentes sociales a alcanzar acuerdos en materias como el absentismo y la negociación colectiva.

Pese a que no consiguieron "avanzar de forma clara" en estos aspectos, Rajoy ha recalcado que "los acuerdos parciales y las razones de sus desacuerdos" han "enriquecido la elaboración de la reforma" redactada por el Gobierno.

Déficit cero

Rajoy ha añadido que fijar el déficit cero como objetivo para 2020 cumple "escrupulosamente" el pacto constitucional firmado con el PSOE cuando aún estaba en el poder, ya que así lo define en la normativa europea.

En este sentido ha salido al paso de las críticas del PSOE al anteproyecto de ley de estabilidad presupuestaria, por creer que "viola de forma flagrante" un pacto que establecía un déficit estructural para 2020 del 0,4 por ciento del PIB, y no del 0 por ciento.

Según ha explicado Rajoy, los dos principales partidos acordaron que seguirían las líneas que marcara la UE en cuanto a la estabilidad presupuestaria, y el Tratado "obliga a alcanzar y mantener el llamado 'objetivo a medio plazo', que, en la normativa europea, se define como un saldo del 0 por ciento".

El PSOE anunció ayer que no apoyará la ley de estabilidad presupuestaria porque cree que incumple el pacto entre el anterior Gobierno y el PP, en el que se establecía un déficit estructural para 2020 del 0,4 % del PIB, y no el 0 % que pretende el actual Ejecutivo.

Rajoy ha insistido en que el Tratado que centró la Cumbre de Bruselas determina ese 0 %, "salvo que un estado miembro aplique una reforma estructural que suponga un aumento del déficit a corto plazo, pero una disminución en el plazo medio", y este es el 0,4 % que prevé la normativa española.

Recuperar el tiempo perdido

El plan económico de su gobierno "se propone recuperar todo el tiempo perdido" para acatar "las reglas del juego" a las que se comprometió el país con la Unión Europea, y cuyo incumplimiento es el que provoca "la presión de los mercados".

El presidente ha abogado por "dejar de ser un factor de incertidumbre en la europa del euro" a través de las reformas y ajustes previstos.

Pero también ha admitido que "la consolidación fiscal sola no sirve para el objetivo de relanzar la economía y crear empleo". "Los ajustes son imprescindibles, pero no podemos quedarnos sola y exclusivamente en los ajustes", ha dicho.

Por ello, ha recordado, la pasada Cumbre estuvo centrada en el crecimiento y el empleo, con medidas como utilizar los fondos europeos disponibles para fomentar el empleo, con especial énfasis en el juvenil, y ayudar a las pymes.

"Los frutos llegarán si desterramos las improvisaciones, evitamos los bandazos y somos tenaces en la aplicación de las medidas, sin desmayar, hasta lograr lo que deseamos", ha resaltado.