Los empresarios no lograron arrancar ayer al jefe del Consell, Alberto Fabra, un compromiso claro sobre la deuda millonaria que la Generalitat mantiene con las organizaciones empresariales. En la que fue la primera visita de Fabra a una reunión de la junta directiva Confederación Empresarial Valenciana (CEV), el máximo dirigente autonómico mostró su disposición a tratar de aliviar la delicada situación financiera de las patronales locales pero fió la solución económica a una posible emisión de hispanobonos por parte del Gobierno central a partir del mes de junio.

Solo la CEV y las federaciones y organizaciones empresariales de la provincia de Valencia acumulan 33 millones de euros pendientes de cobro de trasferencias y cursos de formación de la Administración autonómica, a los que hay que sumar otros 25 millones que corresponden a la patronal autonómica Cierval. Tampoco la alicantina Coepa ni la castellonense CEC han recibido los fondos presupuestados y ya ejecutados por su parte de 2010, 2011 y lo que discurre de 2012. La deuda total puede superar los 70 millones de euros. La situación de las patronales es "asfixiante", según reconocen fuentes oficiales, hasta el punto de que han tenido que suspender muchos de sus servicios, entre ellos los cursos de formación, y ajustar plantillas., sin descartarse nuevos recortes.

Navarro agradeció ayer la visita de Fabra a la institución, pero no dejó de reclamar en su intervención los pagos pendientes a las empresas proveedoras de la Administración ni los que corresponden a las organizaciones empresariales, incluyendo asociaciones y federaciones.

Fabra arrojó luz sobre los proveedores al asegurar que cobrarán a partir de mayo gracias al plan de pagos aprobado por el Gobierno central. Pero fue mucho más difuso, según los asistentes, al referirse a la deuda con las patronales. Admitió de forma implícita que su Ejecutivo no afrontará de forma directa los impagos, al remitir la solución a una posible emisión de deuda destinada a las autonomías (hispanobonos) del Tesoro español a partir de junio. Esta operación, sin embargo, todavía no está definida, y su éxito va a depender de una rebaja de la presión de los mercados sobre España.

Navarro también aprovechó su discurso para mostrarse crítico con los Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno de Mariano Rajoy acaba de remitir al Congreso. Según el dirigente patronal, la reducción de las inversiones que incluyen las cuentas "no ayudará a la reactivación de nuestra maltrecha economía, que requiere, más que nunca, políticas de estímulo".