El Gobierno baraja la posibilidad de crear un gran banco público con la suma de tres entidades nacionalizadas: BFA/Bankia, CatalunyaCaixa y Novagalicia Banco. Fuentes del Ministerio de Economía aseguraron ayer a Levante-EMV que el escenario central que maneja el Ejecutivo es seguir con las subastas, pero, dado el radical cambio en el panorama financiero, se van a explorar otras vías, entre las cuales figura la citada del banco público, del que, por otro lado, quedaría excluido el Banco de Valencia, dado su menor tamaño. "Todo está abierto", aseguraron las citadas fuentes. Y es que la segunda reforma financiera ha incrementado de forma considerable las exigencias de saneamiento de todo el sector que el Ejecutivo ya había aumentado en febrero. Asimismo, el Gobierno va a contratar a dos consultoras extranjeras para que realicen una auditoría a fondo de los balances bancarios y su exposición al crédito inmobiliario.

Ambas decisiones supondrán que los bancos españoles van a tener que concentrarse en buscar capital y contraer sus beneficios para reforzarse. De hecho, tal como publicó este diario, las entidades interesadas en los bancos a subastar han trasladado a Economía la necesidad de retrasar las pujas a la espera de clarificar el panorama. El Gobierno no puede permitirse el lujo de que alguna de las subastas quede desierta, pero es consciente de que, tal como están los mercados financieros, las entidades son muy reacias a participar en los procesos en estas condiciones, a no ser que obtengan grandes compensaciones, lo que podría implicar malvender las entidades nacionalizadas. De ahí que se esté barajando suspender la subasta de CatalunyaCaixa, prevista para julio, y la de Novagalicia Banco, proyectada para la vuelta del verano siempre que esta no consiguiera inversores, y aglutinarlas con BFA/Bankia, la entidad participada por Bancaja y que pasó a control del Estado hace dos semanas.

En el sector se considera que los dos bancos surgidos de la unión de las cajas gallegas y de tres entidades catalanas tienen demasiado tamaño para que puedan ser asumidas ahora por la competencia. Como el propósito del Estado es permanecer más tiempo en BFA/Bankia, la salida sería sumar la tres entidades en un banco público que sería saneado para su posterior privatización, seguramente por partes, dado que en conjunto las tres entidades suman 460.000 millones de euros en activos, es decir, un 20 % del sector.

Con un tamaño mucho menor que las dos agrupaciones de cajas en cuanto a volumen de activos, el Gobierno confía en poder adjudicar el Banco de Valencia, para el que deben presentarse las ofertas vinculantes en la segunda mitad de junio. Fuentes del Banco de España confirmaron ayer a este diario que el proceso sigue inalterable. Los interesados eran cinco: BMN, Santander, BBVA, Unicaja e Ibercaja. Economía confirmó ayer que el Gobierno podría retrasar la venta de la antigua filial de Bancaja, pero, según las fuentes consultadas, la demora sería de unas pocas semanas o meses y, en ningún caso, se quedaría en manos del Estado, a no ser, claro, que los cinco aspirantes dieran marcha atrás.

Aunque todo es aún incierto, en el escenario que baraja el Gobierno no se descarta que CatalunyaCaixa y Novagalicia Banco acaben integradas en la matriz de Bankia.