Los bancos aceleraron la venta de viviendas durante el primer semestre de 2012. Las entidades más afectadas se deshicieron de cerca de 18.000 pisos entre enero y junio, una tendencia que reforzaron en las últimas semanas ante la incertidumbre del efecto que pueda tener la creación el viernes, día 24, del «banco malo».

CatalunyaCaixa vendió hasta junio 3.777 viviendas por 630 millones de euros, cifra que un mes después elevó a 6.700 inmuebles por casi 1.000 millones de euros. Así, la entidad catalana es una de las que ha conseguido mayor éxito en la venta de pisos, con una táctica que incluyó fuertes promociones de sus inmuebles en el exterior, ofreciéndolos como segunda vivienda para extranjeros.

Por su parte, Bankia se deshizo de 2.400 pisos por valor de 230 millones de euros gracias a los descuentos que aplicó, que oscilaron entre el 40% y el 60%. No obstante, si se suman subrogaciones de promotores y traspasos de suelos y promociones, la cifra de desinversiones del grupo ascendió a 6.700 unidades por valor de 760 millones. Desde el Banco de Valencia prefirieron no hacer públicos estos datos, pero aseguraron que «la nueva estrategia comercial incrementó el número de ventas» en lo que va del año.

En esta línea, Sabadell entregó 2.336 viviendas, de las cuales un 60 % eran de la CAM. La entidad ofreció rebajas de un promedio de 38%, lo que le reportó 451 millones de euros. Su objetivo para todo el año se sitúa en los 1.193 millones.

Otra de las entidades nacionalizadas, Novagalicia, vendió 1.426 inmuebles por 169,6 millones de euros en los primeros seis meses de 2012, una cantidad superior a los 175 millones que facturó a lo largo de todo el 2011.

La frenética actividad inmobiliaria también contagió a los grandes grupos bancarios, como el BBVA y el Santander. Este último facturó 1.400 millones de euros por la venta de 6.200 viviendas, con lo que se situó a la cabeza del sector. El BBVA, en cambio, vendió unos 2.500 inmuebles de enero a junio, un 40 % más que el año pasado. Además de la venta a particulares, tanto el BBVA como el Santander han manifestado su intención de vender carteras de activos «dañados» a fondos extranjeros. El primero espera cerrar en septiembre la venta de una de 2.000 millones de euros, mientras que el Santander quiere vender a fondos buitres una cartera de alrededor de 1.500 millones.