La utilización de productos biodegradables en el ámbito agrario y ganadero es una opción cada vez más extendida en la Comunitat Valenciana debido al importante ahorro que puede suponer en las cuentas económicas de las explotaciones del sector. Una de las últimas iniciativas es la utilización de macetas biodegradables realizadas con desechos de las industrias del curtido (pieles y cueros), que pueden servir para el cultivo de plantas y árboles y lograr un ahorro del 15 % en los costes respecto a recipientes elaborados con plástico o cerámica.

El arquitecto y diseñador valenciano Álvaro Navarro ha elaborado nuevos recipientes para plantas y árboles realizados a partir de pelos y colágenos (proteínas que forman fibras y se encuentran de forma abundante en la piel de los mamíferos) que comienzan ya a usarse entre los viveristas valencianos. Esta aplicación representa un paso adelante para un sector que aglutina a más de 250 empresas y autónomos y exporta anualmente por valor de 60 millones de euros, según datos de la organización profesional valenciana Asfplant.

El director de producción de l vivero Orvifrusa, Jordi Ferrer, reconoce que el citado material biodegradable para la construcción de macetas "puede ser muy útil para nuestro sector porque permitirá ofrecer un producto 100 % biodegradable. Los países que más compran estos productos son Alemania, Francia, Inglaterra y los países nórdicos", reconoció ayer en unas declaraciones Orvifrusa, constituida en 1974, es una firma especializada en la producción de planta ornamental, rosal y frutales. Desde entonces ha diversificado la producción y aumentado la presencia en mercados internacionales. Actualmente, cuenta con 700.000 metros de superficie en fincas de Valencia y Badajoz y produce alrededor de 2.620.000 plantas anuales. Utilizar macetas biodegradables, que también permite ahorrar en fertilizantes al contar con materias orgánicas, le permitiría un ahorro de 30.000 euros anuales. Según las organizaciones profesionales, en un mercado tan maduro como el de la planta, cada vez es más difícil encontrar la forma de diferenciarse de los competidores. Suelen ser las semillas las que aportan el mejor valor diferencial para el productor, pero existen otras formas de sumar valor como los materiales ecológicos.

Nuevas aplicaciones para el plástico

Las empresas que utilizan envases y embalajes, así como los sector cerámico, madera-mueble y construcción también tratan de desarrollar nuevas aplicaciones para los abundantes residuos que generan a diario. Los institutos tecnológicos valencianos Itene, Aidico, ITC y Aidima acaban de presentar novedosas alternativas para minimizar el impacto ambiental de los residuos y desarrollar nuevas salidas comerciales para estos materiales, lo que abrirá nuevas áreas de negocios. Estos desechos pueden ser utilizados para generar combustibles sólidos, así como para la obtención de paneles con funciones de aislamiento acústico. El proyecto "Valores 2" cuenta con financiación de fondos del Consell y de la Unión Europea (UE). j. l. z. valencia