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Una jubilada muere en los juzgados de Valencia tras un juicio por preferentes

La septuagenaria, que fue atendida horas antes por un SAMU, reclamaba a Bankia unos 50.000 euros

Ciudad de la Justicia de Valencia donde murió la mujer. Levante-EMV

Invirtió los ahorros de su jubilación, tras años trabajando como azafata de Iberia, en participaciones preferentes de Caja Madrid y después de mucho pelear para recuperar su dinero ayer se quedó a las puertas de lograr su objetivo después de prosperar a juicio su demanda. Silvia M. F. V., de 70 años, cayó desplomada en los pasillos de la Ciudad de la Justicia de Valencia instantes después de acudir al juicio celebrado en el Juzgado de Primera Instancia número uno de Valencia por su demanda contra Bankia por la venta de un paquete de preferentes.

«¡No te mueras, no te mueras!», gritaba su marido mientras trataba de reanimarla sin éxito. Al parecer, y a falta de lo que determine la autopsia, la mujer sufrió un infarto producto de la tensión acumulada ese día. De hecho, esa misma mañana la septuagenaria ya había sufrido un pequeño desvanecimiento en la Gran Vía Fernando el Católico, por el cual tuvo que ser atendida por una ambulancia del SAMU. Los sanitarios le recomendaron su traslado a un centro hospitalario pero la mujer insistió en que tenía que acudir «a un juicio muy importante y que no podía faltar».

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana apuntaron que la demandante no estaba citada a la vista oral, señalada para las 12.00 horas de ayer en el juzgado de Primera Instancia número uno de Valencia. No obstante, la mujer prefirió acudir al juicio acompañada de su marido, codemandante, porque estaba convencida de que por la vía judicial podía recuperar su dinero. De hecho, desde el primer momento la ahora fallecida se negó a ir al arbitraje y optó por la vía judicial confiando en los abogados de la asociación de afectados por los bancos APABAN.

Silvia M. F. V. no llegó a entrar en la sala. En torno a las 12.30 horas, al empezar a encontrarse mal se sentó en el pasillo del Juzgado número uno de lo Social y allí cayó desplomada. Su marido la intentó reanimar haciéndole el boca a boca, según relataron testigos de lo sucedido. Asimismo, un médico forense acudió también rápidamente para asistirla mientras llegaban los servicios de emergencias. Ni siquiera los intentos con un desfibrilador evitaron su muerte.

Una ambulancia del SAMU se trasladó a los juzgados pero cuando llegaron la mujer ya había fallecido. Al encontrarse a escasos metros de las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Valencia, el cadáver de la mujer fue trasladado por los propios operarios de la ambulancia después de que el forense de guardia y el juzgado de Instrucción número siete autorizara el levantamiento.

«Acaba de morir mi mujer y no queremos nada, respétenos», manifestó el marido de la fallecida a su salida de los juzgados. Así, la familia prefirió no hacer declaraciones sobre su demanda por la venta de preferentes y pidió que no se relacionara un asunto personal como la muerte de un familiar con las reclamaciones económicas contra un banco.

En una sucursal de Caja Madrid

La fallecida, jubilada y sin hijos, adquirió las participaciones preferentes, por un valor que no llegaba a los 50.000 euros, en una sucursal de Caja Madrid situada en Valencia, ciudad donde residía junto con su marido, que también se presentaba como codemandante. Hace un año comenzó su batalla legal contra Bankia -después de la absorción de Caja Madrid- para recuperar los ahorros de su jubilación.

«Lamentamos infinitamente lo que ha sucedido y las tristes circunstancias en las que se ha producido el hecho. La fallecida era una gran mujer y una ciudadana que luchaba por sus derechos. Queremos manifestar también nuestro gran pesar y sincera condolencia hacia la familia y amigos de las fallecida», expresó la asociación APABANC, que representaba legalmente a la fallecida.

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