No hay constancia oficial de su presencia en la Comunitat Valenciana, pero muchas son las voces que vaticinan que no tardará en amenazar a los cultivos locales. La avispa asiática -Vespa velutina- llegó a la Península Ibérica a través de los Pirineos en el año 2010. De momento, se ha confirmado la presencia de ejemplares en el País Vasco, Navarra, Cantabria, La Rioja, Madrid, Castilla y León, Galicia, Asturias y Cataluña.

En todos los casos, las administraciones han desarrollado protocolos de actuación para luchar contra una especie invasora que afecta a la apicultura -la principal fuente de alimento de sus larvas son las abejas- y a la producción agraria, ya que los ejemplares adultos consumen fruta en mayores cantidades que las otras especies de avispas endémicas del Viejo Continente.

Con la amenaza extendiéndose por España, el campo valenciano apuesta por la prevención. Cristobal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), atendió ayer a Levante-EMV y explicó que «fuimos de los primeros en alertar de su posible llegada y a finales de 2013 ya pedimos un plan de prevención. Siempre es mejor actuar antes de que la amenaza sea realidad y se convierte en una plaga».

El portavoz de los agricultores también comentó que «aún no tenemos constancia del hallazgo de la especie en tierras valencianas, pero tampoco hemos sido informados de actuación alguna por parte del Consell». Por ello, desde AVA-Asaja piden de nuevo a la Generalitat la puesta en marcha de un protocolo de actuación «que permita adelantarnos a los acontecimientos. El futuro del sector apícola está en juego. Ya ha sido bastante castigado durante los últimos años».

Instalación de trampas

Las demandas de los agricultores serían resueltas con la instalación de trampas detectoras para confirmar una posible entrada colonizadora de la Vespa velutina en territorio valenciano. Este tipo de dispositivos ya se utilizan en otras autonomías y se centran en la utilización de líquidos atrayentes -cerveza, miel, sirope- y en la captura selectiva de ejemplares del tipo reina. Se suelen situar en zonas donde se concentra la producción apícola.

En Cataluña, por ejemplo, se distribuyeron un total de 200 trampas por la provincia de Girona a finales del mes de mayo. En Galicia se han capturado cerca de 3.000 ejemplares y se han retirado 140 nidos y las campañas se han reforzado este mes. El principado de Asturias ha sido una de los últimos gobiernos autonómicos en aprobar un protocolo de actuación, que se desarrollará en dos fases.

Son tres de las últimas acciones oficiales contra una plaga que se ha extendido durante los últimos años por todo el territorio nacional. Su presencia también ha sido notificada en el norte de Portugal.

Además de las acciones oficiales, los apicultores también han apostado por la instalación de trampas -caseras o comerciales- para proteger sus cultivos. Desde las administraciones se aconseja su instalación en tres ciclos -primavera, verano y otoño- en lugares controlados. Algunos expertos apuntan que las especies asiáticas colonizarán la Península Ibérica en menos de diez años. Aún no han llegado a tierras valencianas.