El denominador común de la mayoría de empresas y autónomos españoles ha sido y es el grave problema de la morosidad. Una situación clave que afecta a numerosos negocios en nuestro país por retrasos en el pago de sus facturas, que empeora la relación con los clientes e incluso llega a abocar al cierre o suspensión de pagos de las empresas.

Hasta el día de hoy, más de 400.000 empresas españolas han desaparecido desde el 2008 a causa del frecuente problema de la morosidad, según afirman los expertos en impagos. Los últimos publicados por el INE hablan de un nivel de morosidad de efectos comerciales impagados por valor de 294 millones de euros al mes.

En el sector público la situación no es mejor. Un informe publicado por la Central de Información Económico-Financiera apunta a que el periodo medio de pago (PMP) a proveedores de la Administración Central y la Seguridad Social fue de 39,49 días en el mes de noviembre del 2014, casi 10 días por encima de los 30 días legales.

En el caso de las comunidades autónomas se vuelve a repetir la misma situación, ya que el Ministerio de Hacienda ha publicado que el retraso medio es de 88 días en los pagos a los proveedores, sobrepasando ampliamente los 30 días permitidos en la normativa.

Este hecho afecta a las empresas que sufren la morosidad, ya que les impide hacer frente a los pagos con sus proveedores y pone en riesgo su situación financiera, ya que provoca la falta de liquidez y el retraso en el pago de sus facturas. En muchos casos el cierre de los negocios es inevitable.

La morosidad y la falta de liquidez son dos lacras vinculadas que afectan a los negocios en España hoy en día. Para evitar caer en manos de clientes morosos, la única solución es realizar un seguimiento exhaustivo de la evolución de las cuentas de las empresas con que trabaja nuestro negocio.

Para los autónomos y empresas que no disponen de capacidad para realizar este tipo de análisis de forma sistemática existen alternativas como los informes comerciales, que ayudan a las empresas a conocer la probabilidad de impago de sus clientes y tener acceso a una información actualizada y fiable de la empresa.