El preacuerdo suscrito entre el propietario de Corporación Dermoestética, José María Suescun, y los representantes sindicales para que el empresario aporte los recursos necesarios para abonar las indemnizaciones y proceder a la extinción de los contratos ha chocado con el muro de la instrucción concursal. El juez mercantil de Valencia, Salvador Vilata, ha citado a todas las partes hoy en una suerte de vistilla para evaluar la situación del concurso de acreedores de Dermoestética y estudiar el acuerdo con los trabajadores.

El pacto inicial consistía en que Suescun aportaba los recursos para abonar a la plantilla 3,8 millones en concepto de indemnización por despido, mientras que el Fogasa se hacía cargo de nóminas atrasadas. No obstante, la administración concursal quiere saber de dónde procede el dinero por si su origen estuviese en la actividad de la propia compañía y tuviese que aportarse a la masa concursal para distribuirlo según el orden que marca la ley.