Ford de Almussafes ya produce un vehículo cada ochenta segundos. La planta de la multinacional del óvalo arranca una nueva era de fabricación con el inicio del montaje de S-Max y Galaxy, así como la versión del Mondeo Vignale (el de mayor lujo de esta serie), lo que supone elevar a seis el número de automóviles diferentes que esta industria realizará en 2015, ejercicio en el que prevé alcanzar las 400.000 unidades, un 40 % más que el año anterior. La ampliación de la fábrica, tras una inversión de 2.300 millones de euros desde 2011, permitirá incrementar su capacidad de producción —en tres turnos— hasta 450.000 vehículos por año y se convierte en la más flexible de Europa al combinar seis modelos: Mondeo, Kuga, Transit Connect, Tourneo Connect, S-Max y Galaxy. La firma estadounidense prevé exportar coches a 75 países de todo el mundo, incluido Estados Unidos. En este último distribuye, entre otros modelos, la Tourneo Connect, furgoneta utilizada por el servicio de taxis de Nueva York. La directora de Operaciones de Ford Europa, Barb Samardzich, destacó ayer la competitividad de la planta valenciana. La construcción de los nuevos modelos han conllevado la instalación de 900 nuevos robots desde hace cuatro años y requieren un suministro de 18.000 componentes, frente a las 7.000 piezas que utilizaba Ford Almussafes antes de ampliar su carga de trabajo.