Las principales asociaciones de agricultores lamentaron ayer que el precio de algunos tipos de fruta ha caído un cincuenta por ciento por la saturación de oferta en el mercado provocada por el veto ruso y exigieron a las autoridades europeas que tomen medidas para resolver la situación. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) precisó que el veto decretado hace un año ha causado setenta millones de pérdidas a los agricultores y ganadores. Por su parte, la Unió de Llauradors criticó la «injustificada, incomprensible y cínica inacción» de la Comisión Europea ante la crisis de los precios en la fruta de verano y denunció que los precios se han reducido hasta un 60 % en cuatro años. En concreto, la Unió precisó que en origen se pagaban por el melocotón y la mandarina 50 céntimos por kilo en 2012 y ahora se están ofreciendo 20 céntimos, lo que supone el 60 % menos.

AVA destacó que los productores de cítricos han perdido 34 millones de euros en la última campaña y explicó que los problemas de saturación del mercado se agudizaron entre noviembre y abril por el solapamiento de las variedades mayoritarias. La asociación subrayó que el precio del caqui se ha reducido un 15 % y los agricultores han perdido 15 millones. Además, «la gran mayoría de frutas de hueso y hortalizas han encontrado saturaciones puntuales de oferta en los mercados mayoristas europeos ante prohibición rusa. Los precios de los melocotones, nectarinas y paraguayos se desplomaron más de un 50 % con las primeras cancelaciones rusas. Actualmente, la caída de cotizaciones en algunas frutas y hortalizas valencianas alcanza el 25 %», según el colectivo. AVA añadió que las pérdidas ascienden a 11 millones en frutas de hueso y dos millones en hortalizas. Los ganaderos, sobre todo los productores de carne de cerdo, han perdido ocho millones.

La Unió de Llauradors incidió en que el mantenimiento de precios bajos en origen solo se explica por «la presunta situación de abuso de dominio que hace que los principales operadores de la gran distribución centroeuropea puedan condicionar el mercado para continuar manteniendo los elevados márgenes de beneficio que consiguieron el año pasado» por la saturación de la oferta.

La campaña de verano, según explicó la Unió, empezó entre el 22 al 28 de junio con unos precios en origen de entre 35 y 40 céntimos por kilo por los calibres inferiores, pero siete días después bajaron cinco céntimos por kilo, y a la tercera semana se llegó a los 20 céntimos por kilo.