La Comisión Europea (CE) aplazó ayer por sorpresa su opinión sobre los presupuestos generales de España para 2016, después de que en la víspera anunciase su publicación y de advertir a Madrid de riesgos de incumplimiento de los objetivos de reducción del déficit para este año y el próximo. El ministro de Finanzas luxemburgués, Pierre Gramegna, aseguró que la diferencia entre la Comisión y España sobre la reducción del déficit «no parece sustancial».

«Hemos tenido un debate en el colegio, pero dado también el tiempo relativamente corto del que disponían los comisarios para familiarizarse con la cuestión, se ha decidido que se requiere más tiempo para las deliberaciones», explicó ayer el vicepresidente de la CE para el Euro y el Diálogo Social, Vladis Dombrovskis. El político letón aseguró que el proceso estará «finalizado en los próximos días». Dombrovskis intentó justificar así al comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, quien el lunes anunció que la opinión de la CE sobre el presupuesto español sería negativa.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó ayer no tener opinión sobre las declaraciones «más extensas» del comisario ante la prensa y recalcó que «cada uno es responsable de sus palabras»