La Conselleria de Economía ya tiene listo un primer paquete de medidas para contrarrestar el decreto estatal que regula el autoconsumo energético y que ha supuesto «un auténtico mazazo» para un Consell que apuesta por las renovables. La secretaria autonómica de Economía, María José Mira, hizo público ayer que la conselleria, junto con Hacienda, está estudiando la posibilidad de crear exenciones fiscales que compensen los impuestos que el decreto estatal impone a las instalaciones de autoconsumo.

Se trata del conocido como impuesto al sol, un peaje para quienes además de tener paneles fotovoltaicos permanezcan enganchados a la red convencional: el pago de un fijo por potencia instalada y otro variable por megawatios autoconsumidos. Además, Mira señaló ayer que tratarán que los ayuntamientos aporten algún tipo de incentivo fiscal a los autoconsumidores de sus municipios.

En paralelo a esto, la directora general de Energía, Julia Company, trasladó al sector el pasado lunes que los servicios jurídicos de la conselleria están estudiando la posibilidad de recurrir al Supremo este decreto.

La secretaria autonómica, María José Mira, mostró ayer el malestar de la administración con esta normativa a la que el Consell del PP no presentó ninguna alegación. Lo hizo en el marco de una jornada organizada por la patronal valenciana de empresas de energía (Avaesen) en la feria Egética,«Este Consell no va a darse por vencido», aseguró.

La número dos de la cartera que dirige Rafael Climent explicó que lo primero que han hecho al llegar es desbloquear el registro administrativo para este tipo de instalaciones. «Esto ha provocado no sólo una tremenda inseguridad jurídica sino que se ha fomentado la producción de energía eléctrica sumergida o, lo que es lo mismo, instalaciones pirata», dijo Mira.

La secretaria autonómica lamentó que el marco jurídico español quede ahora muy limitado respecto al de otros países europeos. En Italia, las instalaciones de menos de 20 kw no tienen ningún tipo de carga. En Alemania las de menos de 10 tampoco pagan; las de más, 18 euros por megawatio autoconsumido. En el caso español, se paga un fijo por potencia (entre 9 y 36 euros por kilowatio) y uno variable por energía autoconsumida (unos 49 euros por megawatio), según algunas estimaciones. En Reino Unido, incluso, el excedente está bonificado a 65 euros el megawatio.

Según cálculos de la patronal Avaesen que preside Marcos Lacruz, con este decreto se cierra la posibilidad de expansión de un sector que podría facturar 250 millones al año en la C. Valenciana y que tendrá que buscar el negocio fuera.