Difuminar su mala gestión. Este es el motivo por el que según los empresarios Juan Ferri y José Baldó presentó Bankia la denuncia por la que acaban de pasar cuatro meses entre rejas. Una actuación que dio pie a la Audiencia Nacional a abrir el proceso en el que se está investigando la financiación que los hoteleros de Benidorm recibieron de Bancaja y el Banco de Valencia para proyectos hoteleros en el Caribe que se conocen como Gran Coral. La investigación provocó la detención, además de los empresarios, de la cúpula directiva de ambas entidades, donde estaba el exjefe del Consell José Luis Olivas.

Ferri y Baldó, que pudieron abandonar la cárcel el jueves tras pagar los seis millones por cabeza que les había impuesto el juez como fianza, mantienen en un escrito presentado en el juzgado que Bankia «bloqueó» Gran Coral «e impidió su marcha regular y la obtención de beneficios». Tal era el desinterés de las entidades en el proyecto mexicano que «estaban cerca de formalizar un acuerdo con un grupo inversor por el que vendían el 100% de su participación (es decir, el 65% de la compañía) a coste cero y transmitían la deuda crediticia pendiente al 50% (...) financiando incluso dicha operación».

Para el representante legal de Ferri y Baldó, esta operación «carente de racionalidad económica» sólo se justifica «si se pretende provocar una pérdida que pueda ser reclamada a mis representados y al resto de imputados en esta causa». El acuerdo se truncó, según esta versión, por la negativa de los hoteleros a formalizarlo sin una cláusula que les eximiera de responsabilidad «ante las pérdidas que con él se estaban causando».