La economía valenciana «continua avanzando y consolida una senda de crecimiento expansiva y cada vez más sólida», según el último informe de coyuntura de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), hecho público ayer y correspondiente al tercer trimestre del año. Este buen rumbo se confirmó en ese período, en el que el PIB creció en torno al 1 % en tasa trimestral, aunque ese porcentaje representó «una ligera ralentización» respecto a períodos previos. Se trata de una «pérdida de fuelle», que, al igual que en el resto de España, «continuará por una senda menos intensa en 2016» y que, a pesar de todo, permitirá generar empleo neto.

El informe de la patronal provincial, no obstante, añade que, «pese a este saludable ritmo de recuperación en términos macroeconómicos, la elevada tasa de paro y la falta de robustez de la demanda interna retrasan la percepción de la salida definitiva de la crisis para empresas y familias».

De nuevo, y a diferencia de lo que sucede en el ámbito nacional, el dinamismo exportador de las empresas valencianas, favorecido por la diversificación de mercados, «sustentó gran parte de la actividad de nuestra economía real». Por su parte, el consumo de los hogares, que es el principal componente de la demanda interna privada, «mantuvo su mejoría, pero continua afectado por las altas tasas de paro y los menores niveles de renta disponibles».

A nivel sectorial, todas las ramas de actividad, a excepción de la primaria, «muestran notables mejorías y se mueven en zona positiva», en especial aquellos sectores más productivos y más volcados con el exterior. La agricultura, pesca y ganadería siguen en terreno negativo, con un descenso del 20 % en la superficie citrícola en el último año por la falta de rentabilidad de los principales cultivos. La industria manufacturera se ha mostrado «más dinámica», sobre todo la madera, el textil y el material de transporte. La construcción «continuó remontando su trayectoria», como prueba el aumento del 31 % en los visados para vivienda. Por último, el sector servicios «ha ralentizado en su conjunto su actividad», si bien se mantienen «dinámicas» actividades como la hostelería „más los hoteles que los restaurantes„, el comercio y el transporte.