Un informe de la agencia de calificación de riesgos Axesor sobre la evolución de 2015 confirma que la crisis es cosa del pasado en la Comunitat Valenciana. El estudio revela que la capitalización de las empresas constituidas el año pasado en la Comunitat Valenciana creció un 63,9% hasta situarse en 582.095.557 euros y el número de concursos de acreedores cayó un 5,5%. Los datos reflejan que el crecimiento de la capitalización de las nuevas compañías valencianas es muy superior a las del resto de España donde aumentó un 10,6%. La situación coincide con la apertura del grifo de la financiación.
El incremento de la fortaleza de las nuevas empresas es especialmente intenso en Alicante. La capitalización de las nuevas compañías alicantinas creció en 2015 un 97% con un total de 257.024.326 euros. En Valencia el capital de las empresas aumentó un 59,6% hasta situarse en 276.367.752 euros. Por contra, la tendencia es inversa en Castelló. Las nuevas firmas castellonenses nacieron el año pasado con un capital total de 48.703.442 euros, un 5,9% menos que el año anterior.
El análisis de Axesor destaca que la estadística concursal de las sociedades mercantiles españolas logró en diciembre la marca de 26 meses consecutivos de caída en la comparativa anual. En diciembre, se iniciaron en España 412 procesos de insolvencia, un 8,6% menos que en el mismo mes de 2014. En el conjunto del año, 5.115 empresas se declararon en suspensión de pagos, un 21,4% menos que en 2014. El dato supone la menor cifra desde 2010, que se cerró con 4.546 concursos de acreedores.
Segundo año de caída
El análisis subraya que 2005 ha sido el segundo año completo de caída de la tasa de concursos. «Eso se debe principalmente a los fuertes ajustes que se han producido en tres sectores: Industria manufacturera (-29,1%); construcción (-25,8%); y comercio y distribución (-18,4%)», apunta el documento.
En términos geográficos, Cataluña fue la comunidad autónoma con más concursos con 981 casos, seguida de Madrid con 843 y de Valencia con 836.
Como dato negativo, el estudio revela que solo un 3,75 de las empresas españolas que solicitan la suspensión de pagos porque no pueden hacer frente a sus deudas logra finamente un acuerdo con sus acreedores. Los responsables del estudio advierten de que esta situación puede mejorar en la medida que alguno de los concursos de acreedores que siguen abiertos termine con un acuerdo.
