Sindicatos del transporte y el acero del Reino Unido criticaron ayer la adjudicación por 740 millones de euros a la empresa española CAF de un contrato para la fabricación de dos flotas de trenes, al considerarlo negativo para la industria británica.

«En un momento en el que los puestos de trabajo en sector manufacturero y del acero en el Reino Unido están en peligro, es escandaloso que este contrato se haya enviado al extranjero, dijo al Daily Mirror Mick Cash, secretario general de RMT, el mayor sindicato del transporte en el país. A su vez, el presidente de la organización del sector del acero Community, Alan Cooms, criticó al Gobierno británico por «darle la espalda a la industria» nacional.

«¿Cómo podemos salir adelante cuando nuestro Gobierno ayuda antes a las industrias extranjeras que a nosotros?», afirmó Cooms.

Según el Mirror, el fabricante británico Bombardier estuvo entre los finalistas para la adjudicación del contrato con el operador Arriva UK, propiedad del grupo alemán Deutsche Bahn, y la financiera Eversholt Rail Group.