La responsable de Recursos Humanos y portavoz de Vitaldent, Ana Castistegui, asegura que la compañía «recupera la normalidad» tras la reciente intervención judicial. El pasado mes de febrero fue detenida la cúpula directiva de esta red de clínicas , con su propietario Ernesto Colman a la cabeza, por constituir «un grupo diseñado para eludir impuestos y blanquear dinero». El fraude, según fuentes de la policía judicial, asciende a más de diez millones de euros. Desde entonces, la administración judicial ha nombrado a un equipo directivo procedente de la consultora Deloitte.

La citada directiva y portavoz de la mercantil mantuvo ayer una reunión de trabajo en Valencia con los equipos de dirección de las casi cuarenta clínicas instaladas en la Comunitat Valenciana. Según Castistegui, «la intervención judicial, en el día a día, apenas ha tenido consecuencias y ha servido para organizarnos. Los clientes de esta firma „añade„?nos conocen bien. Todo el personal es el mismo, los pacientes están comprometidos y colaboran para tiran adelante con una empresa que ya tiene veinticinco años».

Vitaldent aglutina ya 39 clínicas (18 propias y 21, franquiciadas) en eta autonomía, con una media de 26.000 pacientes en el último mes. Según sus responsables, cada jornada atiende a unas 1.300 personas. Además, el 10 % de la población de la Comunitat Valenciana ha pasado por Vitaldent. Hasta la fecha, la intervención judicial ha mantenido el mismo esquema de trabajo y trata de «aunar esfuerzos con proveedores, entidades financieras y trabajadores», explica Castistegui. «La continuidad de la marca está garantizada», sostiene esta directiva de una empresa con siete millones de pacientes y 300 clínicas en España. El negocio de Vitaldent, con centros en Portugal, Italia y Polonia, ronda los 500 millones de euros anuales de facturación y cuenta con 7.500 empleados, según fuentes de la mercantil.