El economista Jesús Fernández-Villaverde, profesor de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) y miembro de la fundación Fedea, ha puesto cifras a la incertidumbre que vive España. Según sus cálculos la situación de bloqueo que sufre el país, principalmente por causas políticas, supone una ralentización en el crecimiento del PIB de entre el 0,4% y el 0,7% y unos 126.000 empleos menos.

«Que haya 126.000 familias que no duermen por la noche es una desgracia», señaló Fernández-Villaverde, que expuso las conclusiones de su trabajo durante una conferencia reciente en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid. Allí destacó que España se enfrenta a un nivel de incertidumbre «inusitado». Subrayó que hay incertidumbre política por la repetición de las elecciones, por no estar claro que ahora se vayan a resolver las dudas de diciembre, por lo que puedan hacer los nuevos actores políticos (Podemos y Ciudadanos) y por las tensiones en la organización territorial del Estado. «Esta incertidumbre nacional es preocupante, pero además está la internacional», señaló antes de destacar que la UE «está descabezada a nivel organizativo e ideológico, y ahí está el debate en el Reino Unido» y «no sabemos por donde va a salir la economía china».

Fernández-Villaverde remarcó que desde la II Guerra Mundial ni Alemania, ni Francia, ni Italia y sólo una vez Gran Bretaña tuvieron que repetir elecciones por falta de acuerdo para gobernar. «Esto es un dedo de acusación a nuestra elite política», señaló el economista, que añadió que «el problema es que llueve sobre mojado, llevamos perdido mucho tiempo».

El profesor explicó que el crecimiento económico moderno en España comenzó en 1959 con el Plan de Estabilización y durante 50 años se redujo el diferencial con Europa. «El impulso reformista se vio reforzado por los Pactos de la Moncloa y por las liberalizaciones entre 1992 y 1996, pero este ciclo de crecimiento finaliza en 2000; a partir de ese momento España tiene que cambiar sus estructuras para empezar a crecer como crecen los países ricos, basándonos en productividad, en tecnología y en valor añadido, y no lo hace», señaló Fernández-Villaverde, que añadió que durante la segunda legislatura de Aznar el boom inmobiliario escondió los problemas subyacentes de España.

«Aznar pierde el impulso reformista y Zapatero ignora los crecientes signos de desequilibrio. Cuando la crisis financiera llega en 2008, en vez de reconocer que existen lo que hace es dar patadas adelante, como los malos equipos de fútbol». Para el economista, la primera legislatura de Rajoy también fue «decepcionante», porque «se encontraba con un nivel de poder que raramente se da en la democracia española, con cómodas mayorías, y lo que hizo fue malgastar cuatro años».

«Patadas hacia delante»

Señaló que en vez de afrontar la reestructuración del sistema bancario y de las cajas, «siguió dando patadas hacia adelante hasta que nos rescataron y su respuesta fue pasar tres años diciendo que no fuimos rescatados». Además afirmó que la única medida económica del pasado año fue la rebaja del IRPF. «Se hizo lo de siempre: en vez de afrontar una reforma fiscal se bajaron un poquito los tipos marginales para que el votante del PP esté contento», destacó Fernández-Villaverde, que añadió que, con los vientos de cola (bajos tipos de interés, petróleo barato, crecimiento de la economía mundial?), «era el momento de hacer los deberes y ni se abrió el libro».