Precariedad y pérdida de poder adquisitivo. Son dos de las tendencias que marcan un mercado laboral condicionado por la crisis y la reforma laboral del Gobierno. Desde el inicio de la crisis hasta hoy los contratos de un día se han disparan hasta duplicarse, al pasar de 17.700 en el primer trimestre de 2008 a 35.800 en el mismo período de 2016, lo que se traduce en una subida del 102 %, según datos del Instituto Nacional de Empleo (INE).

Además, según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), de enero a mayo, la contratación por un período de siete días o menos aumentó su peso dentro de la contratación temporal y representa ya el 26,5 %, casi un punto y medio más que hace un año. Las estadísticas del SEPE también ponen de manifiesto que la duración media de los contratos temporales mengua. Hace un año la media de los contratos temporales era de 55,38 días; hoy, de 51,93 días.

En lo que respecta al salario bruto de los trabajadores de la C. Valenciana los 20.639,58 euros de 2014 (último año computado en las estadísticas del INE), supone una disminución de 67,66 euros respecto a cuatro años antes. Por contra, el promedio estatal sube ligeramente, un 0,29% hasta los 22.858,17 euros brutos anuales.

El avance, que se produce en la última fase de la crisis económica, está sustentado en los incrementos de las remuneraciones laborales registradas en varias comunidades como Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, País Vasco, Navarra y La Rioja.

Y es, especialmente, en estas tres últimas donde las diferencias con el resto son más acusadas y donde, además, se producen mayores aumentos. Los empleados vascos son los que tienen un salario bruto medio más elevado en España (27.786,57) y también los que más han visto cómo subía entre 2010 y 2014. El aumento ha sido del 4,46%. Y, aunque los navarros ganan de media anual 24.700,78 euros, cifra inferior a los 26.570,35 de los madrileños, su sueldo ha crecido más que el de los empleados de la capital de España. Ha aumentado un 3,6%, frente al 2,23% de Madrid.

Las ganancias en actividades como la construcción o los servicios, con mayor implantación en la C. Valenciana y que durante la crisis económica se han visto seriamente afectados por el estallido de la «burbuja» inmobiliaria o el descenso del consumo, también son más elevadas en otras comunidades, como el País Vasco.

Camareros o dependientes

De forma paralela, los empleados de los servicios ganan más en las zonas del norte que en la C. Valenciana. El salario medio bruto de este sector en el País Vasco es de 26.389,41, mientras que los de camareros o dependientes de comercio valencianos se sitúa en 19.136,81, cifra que representa, además, un descenso del 2% en cuatro años.

Por otra parte, en la C. Valenciana la cuantía del salario medio por tener un contrato indefinido supera, incluso la media de la autonomía, al rebasar los 22.154,58 euros brutos anuales, según los últimos datos de 2014.