La sentencia de la macrodemanda por las preferentes de Caja Madrid, interpuesta por la asociación Adicae junto a 2.143 pequeños inversores, llegará tras el verano después de que el juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid aplazara ayer las conclusiones hasta septiembre.

Aunque instantes antes de la vista la agrupación confiaba en que el juicio concluyera esta misma mañana, el magistrado Teodoro Ladrón ha decidido aplazar la presentación oral de las últimas valoraciones de las partes hasta después del 14 de septiembre, fecha en la que se prevén los informes definitivos.

Durante la sesión, celebrada en los juzgados madrileños de Plaza de Castilla hasta donde han acudido más de 300 preferentistas, el letrado de la asociación, Antonio Castro, reiteró la nulidad por abusivas de las condiciones generales que regían la contratación de este producto.

El abogado, que afeó a las demandadas, Caja Madrid y Bankia (como heredera del negocio de la extinta entidad madrileña) por una «cierta falta de respeto» hacia los afectados, explicó que las cláusulas contractuales no eran transparentes ya que «fueron impuestas a todos los clientes que no tuvieron opción de leerlas».

Además afirmó que en el caso de las preferentes «hubo una trama para ocultar información» a los clientes, y cargó contra la entidad por no haber realizado un test de idoneidad previo.

El representante legal de Caja Madrid alegó que «no se puede apelar al pasado para sostener este procedimiento» ya que «no hay ningún riesgo para el consumidor desde abril de 2013, cuando el FROB acordó la amortización de este tipo de participaciones».

Además, se lamentó de que la demanda sea una «suerte de causa general contra la comercialización de preferentes que busca la devolución indiscriminada de todo lo invertido».