La cadena de supermercados ecológicos Ecorganic, que comenzó hace diez años como una tienda de barrio en Blasco Ibáñez, está haciéndose un hueco como distribuidor especializado en un sector que todavía ocupa un porcentaje muy bajo en la alimentación en España (1,2%), pero con mucho margen de crecimiento, a tenor de las cifras de Suiza, Dinamarca y Alemania, con cuotas de hasta el 8%. Prueba del aumento de ese nicho de mercado es la proliferación de productos y ´corners´ bio en las grandes cadenas de distribución.

En estos momentos, Ecorganic cuenta con seis tiendas, principalmente en Valencia (Blasco Ibáñez, Plaza de España y Gran Vía Marqués del Túria), pero ha comenzado a expandirse por otras provincias. Abrió en Alcoi el pasado 2015, y este año, en abril, dos tiendas más. Una, la más grande, en el centro comercial de Dénia-Ondara. Y otra, un «experimento» en palabras del propietario del grupo, en el centro de Bilbao con unos socios locales.

Con estas nuevas incorporaciones, la firma prevé pasar de los 5,5 millones facturados en 2015 a 7,5 millones en este año, un 35% más.

La compañía se encuentra en un momento importante. Tras varios años de pérdidas, en 2015 cerró por primera vez con un ebitda positivo, aunque aún no ha entrado en beneficios. No tienen previsto abrir más tiendas, pero reconocen el interés de empresarios en crear franquicias en diferentes puntos de España. Estudian ofertas.

La empresa surge en 2006 por iniciativa de un empresario local. En 2011, entra en el accionario una pareja formada por un vasco y una alemana, que tras sucesivas operaciones es ahora accionista mayoritaria con el 97% de la firma. Han pasado paulatinamente de inversores a responsables de la gestión, limpiando el balance tras años de problemas financieros.

La firma, inspirada en el modelo alemán de supermercados ecológicos y con 70 empleados, pregona también una filosofía basada en los productos de la tierra. La mayoría de sus 5.600 referencias son locales. También utilizan energía procedente de fuentes renovables.