La actividad inmobiliaria-hotelera y comercial continúa recuperando el pulso en el centro de Valencia. La plaza del Ayuntamiento recibe nuevos inquilinos. Una empresa de capital alemán acaba de adquirir por un valor cercano a tres millones de euros un edificio de seis alturas en la calle María Cristina de Valencia, a escasos metros de la plaza del Ayuntamiento.

Se trata de uno de los pocos activos que tenía en la zona Unicaja y del que ahora se desprende tras desechar varias ofertas de entre dos y dos millones y medio. El inmueble, un edificio de oficinas de los años 70, se encuentra en estado de abandono y con algunas partes del interior derruida, aunque la estructura se encuentra en buen estado. La operación ha sido intermediada por Realzia Inmoinversiones y el objetivo es convertir el edificio en un hotel.

De hecho, el nuevo propietario está recibiendo ofertas de varios empresarios para gestionar el inmueble. La finca acogerá un hotel de unas 30 ó 40 habitaciones y se prevé que lo opere alguno de los hoteleros «boutique» o de apartamentos que han proliferado en el centro de la ciudad en los últimos tiempos. El comprador, del que no ha trascendido la identidad, es un promotor inmobiliario alemán con presencia en España y que se está asentando en el negocio hotelero.

Si el mercado inmobiliario hotelero, de oficinas y residencial está reactivándose en la Comunitat Valenciana, es el inmueble comercial el que más se está revalorizando en términos catastrales. Un reciente informe de la Oficina de Comercio y Territorio (Pateco) revela que el valor catastral medio de los locales comerciales en la Comunitat Valenciana se ha incrementado un 7% desde 2012, hasta los 88.449 euros. El incremento supone el triple que el conjunto de bienes inmuebles, en un 2,3%.

El valor catastral se fija en función de la localización, su rentabilidad, los costes de ejecución o el valor del suelo. Este indicador nunca supera el valor de mercado. El incremento del valor del suelo, en realidad, contrasta con la ralentización de esta actividad propiciada por la crisis. Desde el año 2007 el número de locales ha crecido a un ritmo desigual: entre el año 2007 y 2012 a un 2,0% anual. A partir entonces el crecimiento se ha estancado, siendo del 0,4% anual.

De hecho, según el último informe de la distribución comercial minorista de la Comunitat Valenciana (elaborado también por la oficina Pateco), el cierre de negocios ha sido una constante desde 2007 y llega hasta estos días. Eso sí, en 2015 la autonomía ha dejado de destruir comercios y la cifra se ha estabilizado en 64.054 establecimientos.

El número supone apenas un 40% de los 159.707 bienes inmuebles para uso comercial en 2015, con o sin actividad. La cifra da cuenta de la cantidad de locales comerciales vacíos que hay en la autonomía. Esos 160.000 establecimientos representan el 12,2% de locales de toda España, según la Dirección General del Catastro perteneciente al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.