La implantación de la llamada Euroviñeta en España a partir de 2017, es decir la tasa que pagarán los vehículos de transporte de mercancías de más de 3,5 toneladas por el uso de las infraestructuras, tal como ha reconocido el ministro de Economía, Luis de Guindos, en una jornada organizada por El Economista, ha encendido las luces de alarma del sector. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) rechazó ayer de plano esta propuesta del Ejecutivo central con la que quiere aumentar la recaudación y cumplir los objetivos de déficit exigidos por la Comisión Europea.

Según los informes realizados por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, la Euroviñeta aportará a las arcas del Estados entre 2.700 y 3.000 millones de euros anuales y, en el práctica, supone elevar los costes en una media de 1.000 euros mensuales a cada vehículo. La Comunitat Valenciana cuenta con una de las mayores flotas de camiones de España.

Cada día, más de 20.000 camiones españoles atraviesan los Pirineos con el objetivo de exportar productos al resto de Europa. La tasa medioambiental impuesta por Bruselas y que ya funciona en otras países del Viejo Continente -cuyos recursos se destinan a financiar infraestructuras- «sería una grave injusticia», asegura la patronal CETM. Hay que tener en cuenta que el 85 % de los productos españoles se mueven por carretera, por un 72 % de la media europea. Además, la organización empresarial alerta de los efectos perjudiciales para la inflación.