El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aconsejado a España acabar gradualmente con los tipos reducidos de IVA, lo que proporcionaría al país unos ingresos adicionales de en torno al 1,5 % del PIB (más de 15.000 millones de euros) y lo acercaría a la media de recaudación europea por este impuesto. La jefa de la misión del FMI para España, Andrea Schaechter, señaló ayer concretamente al sector de la restauración y, por extensión, al del turismo, e incidió en que otros países con un sector turístico tan importante para la economía como el de España no cuentan con tipos diferenciados de IVA.

Schaechter reconoció en rueda de prensa para presentar las conclusiones preliminares de la misión que se trata de un tema muy polémico en España, pero resaltó también que si un sector económico es competitivo no debería tener problemas para afrontar un IVA más alto.

El FMI añade en su declaración que hay margen para aumentar los impuestos especiales y las tasas medioambientales y enmarca el aumento de los ingresos en la necesaria consolidación fiscal que cree que debe seguir haciendo España para contar con unas finanzas públicas saneadas a medio plazo. No obstante, el organismo ya no apuesta por la austeridad del pasado, sino por una senda fiscal «mas calibrada» que sea compatible con el crecimiento de la economía y el empleo, pero que permita disminuir la elevada deuda pública. El FMI aboga asimismo por revisar a fondo el gasto en sanidad y educación para ver si son posibles más ahorros.