El Ministerio de Fomento ha dado a la aerolínea valenciana Air Nostrum la licencia necesaria para operar en el negocio del transporte ferroviario cuando se liberalice este mercado, hoy monopolizado por el Estado a través de Renfe. Así lo trasladan fuentes de la compañía, que hace casi dos años constituyó la filial Intermodalidad de Levante con vistas a explorar oportunidades en este sector, dentro de la línea de diversificación iniciada por Carlos Bertomeu durante la crisis.

El movimiento se produjo en un contexto diferente al actual. Fue la reacción a la idea del Ministerio de Fomento, entonces con Ana Pastor al frente, de iniciar la obligada apertura de este sector con la línea Madrid-Levante, un corredor en el que Air Nostrum está especializado.

Esos planes, nunca ejecutados, han quedado definitivamente aplazados con el cambio en la cartera de Fomento. El nuevo ministro ha decidido que la liberalización anunciada reiteradamente por su antecesora no arrancará con el AVE a Valencia, sino que será conjunta en toda la red estatal.

Y pese a que todavía no se ha dado un fecha, se da por hecho que será en 2020 (límite fijado por la Comisión Europea para esta liberalización obligatoria) cuando se rompa el monopolio estatal que aún pervive en el transporte ferroviario.

El cambio de escenario, de algún modo, modifica las previsiones de la firma. «Aunque el interés se mantiene, esta circunstancia permitirá analizar el nuevo escenario con una mayor perspectiva», señalan a este diario. En este sentido, habrá que ver qué tipo de concurso se convoca. No se exige el mismo «músculo» para operar una ruta que todo un país.

Air Nostrum no está sola en este salto al negocio ferroviario. Son muchas las empresas que han conseguido licencias para operar en este negocio. Entre ellas constructoras como ACS o el conglomerado de Juan José Hidalgo Globalia, que cuenta con Air Europa entre sus empresas. Con esta última, rival del grupo Iberia al que está vinculado Air Nostrum, la firma valenciana mantiene una dura disputa por rutas y contratos públicos en los últimos meses.

Desde que la crisis golpeó a la empresa aeronáutica, Air Nostrum ha comenzado a buscar líneas de negocio en busca de la rentabilidad que le permitieran solventar mejor futuras crisis como la vivida en 2008. Recientemente ha puesto en marcha también una filial para entrar en el negocio de la extinción de incendios, aunque finalmente ha renunciado al concurso público que ha convocado la Generalitat para renovar los servicios de emergencias, tras dos décadas prestados por la empresa Avialsa.