Bankia formó durante el pasado 2016 a más de 10.500 de sus empleados en prevención de blanqueo de capitales y en financiación del terrorismo. Así se desprende del informe anual sobre 2016 que acaba de publicar la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri.

Dentro de la política de regulación y supervisión, la entidad heredera de la antigua Bancaja explica que cuenta con un sistema de controles para segmentar a los clientes, productos y operaciones en función del perfil de riesgo, la detección de operativas sospechosas y la correcta identificación, aceptación y conocimiento de sus clientes.

Según indica en su memoria, Bankia ha establecido normas y procedimientos dirigidos a cumplir con la normativa vigente sobre prevención de blanqueo; implantar normas de actuación y sistemas de control y comunicación adecuados para impedir que la entidad sea utilizada para el blanqueo de capitales, y establecer políticas de aceptación de los clientes y procedimientos oportunos sobre su identificación y conocimiento.

Bankia destaca esta información en el informe anual en que repasa las actividades y magnitudes de la entidad durante 2016. Al cierre del año, contaba con 13.159 empleados, prácticamente los mismos que el año anterior; y 1.860 oficinas de particulares (400 de ellas en la C. Valenciana), 81 menos que al cierre de 2015.

En este sentido, la entidad ha perdido cuota de mercado en oficinas de particulares, pasando del 8,9% de 2015 al 6,36% de este pasado año.

Entre otras referencias, la entidad destaca la venta de 2.930 unidades inmobiliarias en la Comunitat Valenciana durante los últimos doce meses. Una cantidad mayor que el año anterior (2.575 unidades), pero que le ha reportado menos ingresos. Concretamente, la entidad ingresó en la autonomía 136, 5 millones por venta de activos inmobiliarios, frente a los 181,25 millones obtenidos en 2015.

Por otro lado, Bankia informó ayer del lanzamiento de un crédito a interés ventajoso para financiar la adquisición de bienes que favorezcan la eficiencia energética, la lucha contra el cambio climático y el crecimiento sostenible. El crédito, denominado comercialmente Préstamo Sostenible, aplica un tipo de interés nominal del 6% fijo y no cobra comisión de apertura.

Está dirigido a clientes particulares y a autónomos para financiar la compra de vehículos ecológicos, electrodomésticos bajo consumo, maquinaria eficiente y reformas de viviendas o locales que conlleven ahorro de energía.

Entre turismos y vehículos comerciales, se podrán financiar con este préstamo los coches híbridos, eléctricos y propulsados por combustibles alternativos (GLP, biodiesel B-30, gas natural e hidrógeno). Entre los aparatos de uso doméstico, podrán adquirirse con este préstamo aquellos con etiqueta energética de clase A o superior.

Respecto al acondicionamiento de viviendas y locales, tanto en propiedad como para alquiler, se podrá financiar el cambio de ventanas con doble acristalamiento, además de instalaciones de carpinterías metálicas, paneles solares, calefacción de biomasa, calderas de bajas emisiones, iluminación eficiente o equipos de domótica, entre otros.