La Conselleria de Economía dio ayer un giro pragmático a la política comercial llevada hasta ahora con su objetivo de acabar con la apertura en domingos y festivos. En una reunión con las patronales del comercio (grandes superficies, pequeño comercio y centros comerciales) lanzó una propuesta para toda la autonomía con vistas a alcanzar un acuerdo definitivo el 19 de junio con todo el sector.

Se trata de una solución con dos modelos de libertad horaria: una para las grandes ciudades, que podrán abrir más días, y otra para el resto de municipios. El plan del director general, Natxo Costa, que tuvo una buena acogida por parte de todos los sectores, acabaría con la actual liberalización horaria total en las grandes ciudades como València y Alicante. Estas ciudades así de abrir todo el año, como pasa ahora, a hacerlo 30 días, justo la mitad, agrupados en las estaciones de más afluencia: Navidad, Semana Santa y verano. Los municipios que gozan de libertad horaria en determinados momentos del año, como los costeros, para atender a su población flotante de verano, también abrirían 30 días.

La otra gran clave es la ampliación de los festivos que hoy pueden abrir los municipios que no quieren gozar de ningún régimen especial de libertad horaria. Esa cifra se ampliaría de los diez actuales a unos 14/16 festivos. Aunque esto último no satisface a los grandes operadores del área metropolitana de València que no pueden abrir en domingo (Ikea en Alfafar, MN4 en Aldaia, Gran Túria en Xirivella), sí supondría un verdadero alivio para ellos. Sobre todo teniendo en cuenta que sus competidores de València ya no estarían abiertos todo el año.

Cabe recordar que estos tres operadores han recurrido a los tribunales, con nulo éxito, para tratar de conseguir la libertad horaria. La propuesta de Natxo Costa, además, tiene la virtud de desactivar otra mina. El anterior pacto de València dejaba fuera de juego a algunos operadores, como el centro comercial Arena, cuyo recurso acabó frustrando ese acuerdo. En esta ocasión, la propuesta no provoca agravios entre operadores del mismo municipio, un aspecto censurado por diversas sentencias judiciales.

El principal escollo para el acuerdo es la cesión que deberá realizar la patronal de grandes superficies Anged, que vería cómo se reduce a la mitad el número de festivos que actualmente puede abrir en València.

La conselleria, a la espera de obtener el visto bueno del sector en sendas reuniones el 14 y el 19 de junio, ha puesto en marcha hoy mismo la maquinaria para convertir esta propuesta en ley. Si el sector la respalda, no será un pacto, sino una norma de obligado cumplimiento. Lo a través de la modificación de la ley de horarios comerciales de 2011, a través de la ley de acompañamiento a los presupuestos de la Generalitat. El cambio de la norma incluirá otro aspecto importante: se incluirá la posibilidad de anular una zona de gran afluencia turística, un aspecto no contemplado ahora mismo y que ha bloqueado los intentos de Economía por reducir la libre apertura.

Pese a su complejidad, la propuesta fue bien acogida ayer por las patronales, que en las reuniones de este mes plantearán sus salvedades. Y no se espera que pueda generar rechazo en los comerciantes o los sindicatos. De hecho, con el nuevo régimen ningún empleado trabajaría más días que ahora. Además, el reciente convenio colectivo de grandes almacenes fija un tope de 23 festivos trabajados al año.