La banca española lleva una década dándonos unas morrocotudas sorpresas. Si estrenamos el 2010 descubriendo como se esfumaban nuestros ahorros que tranquilamente teníamos en preferentes y subordinadas -mayormente en Bancaja- pronto nos diría el Banco de España que nuestras cuotas participativas de la CAM habían pasado a valer nada menos que cero.

Pero nuestros directivos bancarios, que como vemos no pegaban ojo en su noble empeño de dilapidar nuestros ahorros a la par que su prestigio, pronto encontraron otro juguete roto con el que acabar de distraernos la cartera: las acciones de Bankia, que nacieron muertas, fueron sin embargo bautizadas a bombo y platillo en el parqué a golpe de cínica campana por el múltiple encartado Rato.

A todo esto faltaba sumarse al akelarre el Popular que ya había arramblado con los ahorros de sus mejores clientes vendiéndoles con engaño sus bonos convertibles en acciones, con los que te dejaban más seco que una mojama. La mala dirección del banco, invirtiendo en el ladrillo en el peor momento, fue hundiendo el valor de sus acciones.

Ahora cumple determinar si de este hundimiento del Banco Popular y por ello de sus acciones son responsables sus gestores y en qué medida, ya que de ello dependerá que triunfen las demandas, algo parecido al Banco de Valencia, cuyos accionistas esperan sean castigados sus gestores. Los accionistas, que ahora han perdido todo, tienen cero, han de consultar a sus abogados de confianza para en su caso demandar o denunciar esta cuando menos nefasta gestión. Y tambien está en tela de juicio que en esta de facto expropiación que ha sufrido el Popular al ser la operación auspiciada por el Banco Santander, advertir si se reúnen los requisitos para privar a los accionistas de esta propiedad que ostentaban del banco. En definitiva es una operación que encubre a nuestro entender una aparente expropiación por vía de hecho, es decir, sin respetar la normativa sobre expropiaciones, y con un beneficiario, el Banco Santander, privado, lo que a todas luces vulnera el normal destino público de lo expropiado. ¿Se ha dejado caer al Popular? Se preguntan los especialistas en los mentideros...

Atentos habremos de estar a que también responda el Banco de España a todos los productos financieros que vendió ilegalmente el Popular: sin duda habrá de responder de ello el finalmente expropiador del banco fallido, tal y como, por ejemplo el Sabadell está respondiendo religiosamente de las condenas judiciales por mal vender la descapitalizada caja alicantina CAM, tanto en las cuotas participativas como otros tóxicos financieros. Obviamente por ello esperamos que siguiendo la tradicional doctrina de la sucesión de empresa el Santander responderá de las malas ventas tanto de bonos convertibles del Popular cuanto de demás tóxicos colocados, como bonos estructurados y similares.

En definitiva, los accionistas tienen a su favor el derecho de como expropiados de facto tanto a analizar si esta privación de propiedad ha sido legal y oportunamente valorada, o debidamente indemnizada, más allá del pueril valor cero que le han dado a sus acciones. Asimismo podrán examinar en oportunas demandas o denuncias si los gerentes del banco en los últimos tiempos son responsables civiles o penales de la ruina a la que han abocado el banco. Y por último, entendemos que sin duda, como ha ocurrido con el Sabadell que responde sin cesar de los pleitos y condenas por mal vender productos de la CAM, que de igual modo el Santander también habrá de responder de los mal vendidos bonos convertibles en acciones del Popular y de otros tóxicos tipo bonos estructurados que mal coloco a sus clientes. Por ser todo ello de Justicia.