La próxima edición de la feria Cersaie, que se celebrará en Bolonia del 25 al 29 del próximo mes de septiembre, reunirá a 163 empresas españolas vinculadas, directa o indirectamente, con el sector productor de pavimentos y revestimientos cerámicos. El objetivo es claro: potenciar el crecimiento internacional de las ventas de pavimentos y revestimientos cerámicos de la marca «Tile of Spain» y distanciarse de sus competidores, sobre todo de los productores llamados desde hace años, emergentes. España será, un año más, la potencia extranjera con mayor representación en el Bolognafiere. De hecho, solo la supera Italia, que, según fuentes de la organización, la patronal Confindustria Ceramica, contará con 476 expositores.

Las cifras globales para la próxima edición de Cersaie son ligeramente inferiores a las del año pasado, aunque la patronal azulejera no especifica si el plazo de admisión ya está definitivamente cerrado o todavía puede crecer. En total son 786 empresas de 39 países, mientras que en la edición de 2016 se contabilizaron 874 firmas de 42 países.

En cualquier caso, el dato más significativo es el empuje de los nuevos productores. O mejor dicho, el empuje de Turquía, que suma ya 30 empresas expositoras, mientras que la participación del resto de productores emergente sigue siendo simbólico o anecdótica: Brasil reduce su participación a dos compañías, China se queda con 8 y tanto Vietnam como Indonesia tienen solo un representante cada uno en el catálogo de expositores.

En este sentido hay que recordar que Indonesia pasa por ser el cuarto productor mundial, empatado con España, y según los datos de 2015. Por delante se encuentran China, Brasil e India. Las cifras de Cersaie 2016 fueron excelentes. La feria recibió a 106.599 profesionales, frente a los 101.809 visitantes de 2015, lo que implicó un crecimiento porcentual del 4,7 % y, en número reales, un aumento de 4.790 compradores.

Pero, además, desde la organización de Cersaie, la patronal Confindustria Ceramica, se resaltó de manera muy especial que, por primera vez en la historia del certamen, se superaron los 50.000 visitantes procedentes de fuera de las fronteras italianas al llegar a los 50.976, lo que implicó un crecimiento del 5,7 % con respecto al año anterior.

Además, también aumentó la participación de compradores italianos, que tanto interesan a los azulejeros castellonenses por ser su cuarto mejor mercado internacional, al registrar, después de varios años de estancamiento, un incremento del 3,8 % y sumar 55.623 visitantes.

Los datos recogidos en la edición de 2016 confirman, una vez más, que Cersaie es una cita sin parangón a la hora de atraer potenciales clientes y abrir nuevas vías de negocio.

El Bolognafiere está creciendo para permitir que Cersaie también lo haga y pueda admitir nuevas empresas. Una ampliación de su espacio expositivo para la que todavía no hay fecha de finalización y que, con toda seguridad, beneficiará al distrito cerámico castellonenses al permitir la incorporación de nuevas empresas o que crezcan los stands de las firmas que ya exponen; pero también puede significar la entrada masiva de productores emergentes (con China y Vietnam a la cabeza), hasta ahora contenidos en Cersaie y que podría romper la hegemonía de la oferta europea representada por Italia y España.

Un proyecto de ampliación pensado para que Cersaie se quede en Bolonia y que además incluye un plan de renovación del recinto ferial que tendrá un coste global de 60 millones de euros. A su conclusión, la superficie expositiva habrá pasado de los 105.000 metros cuadrados actuales (Cersaie ocupa más porque grandes empresas auxiliares se instalan en el exterior del recinto, entre los pabellones) hasta los 140.000 metros cuadrados.