Air Berlin, la segunda aerolínea de Alemania, se declaró ayer insolvente tras dejar de recibir apoyo financiero de su accionista mayoritario, Etihad Airways. La compañía alemana recibía desde hace años inyecciones financieras de su accionista mayoritario, Etihad, para mantenerse a flote pero esta semana la aerolínea árabe no facilitará el crédito acordado.

No obstante, este problema económico no significará su desaparición, ya que seguirá adelante con un crédito de 150 millones de euros del Gobierno de su país, que apoya, al igual que el grupo de aerolíneas Lufthansa, a Air Berlin en sus esfuerzos de reestructuración.

Pese a este proceso de insolvencia, la dirección de la compañía no sufrirá cambios y seguirá al frente de la misma, lo que asegura que la empresa aérea continuará funcionando con normalidad. Por otro lado, la primera aerolínea alemana Lufthansa informó que ya negocia con Air Berlin la adquisición de parte de la compañía y espera que se llegue pronto a un acuerdo positivo.

Air Berlin decidió el año pasado reducir su flota hasta 75 aviones y recortar 1.200 empleos, y a finales del mismo, en diciembre, vender a Etihad Airways su participación en la filial austríaca Niki por 300 millones de euros. Asimismo, en 2016, la empresa teutona tuvo una pérdida récord de 782 millones de euros, un 75 % más que en 2015, por los costes de reestructuración y depreciaciones.

Entre los objetivos de la compañía alemana estaba el de concentrarse en su oferta de vuelos en Alemania, Italia, los países nórdicos y Europa del Este, así como crear un nuevo grupo aéreo junto con TUIfly, la aerolínea a destinos vacacionales del grupo turístico TUI, aunque estos últimos planes acabaron fracasando.