ATC dedicará su próxima cita congresual a la Industria 4.0 para «abordar los retos de los técnicos cerámicos ante la incorporación de nuevas tecnologías y procesos que buscan crear fábricas inteligentes», asegura, su presidente, Juan José Montoro, quien confía en reunir a más de dos centenares de expertos en el Planetario de Castelló.

P¿Qué es la industria 4.0?

R El concepto de Industria 4.0 fue establecido en la feria de Hannover de 2011, que abrió la puerta a la cuarta revolución industrial. Se trata de una nueva manera de organizar los medios de producción para adaptar la producción a las necesidades de los clientes y asignar los recursos de una manera más eficiente. Cambios tan fuertes nos producen confusión y temor, pero si los afrontamos con decisión, generaremos plantas industriales y de energía mas inteligentes y más respetuosas con el medio ambiente y con cadenas de producción mejor comunicadas entre sí y con los mercados de oferta y demanda.

P ¿Qué puede aportar el modelo 4.0 al sector cerámico?

R Dependerá de la capacidad de nuestras empresas de adoptar las nuevas tecnologías y acometer cambios profundos en la cadena de abastecimiento, producción, distribución y cliente. Como ventajas, tendremos una industria renovada tecnológicamente, aseguraremos nuestro nivel de calidad y creceremos en productividad a niveles de dos dígitos, esto nos hará competitivos en el mercado global. Para esto, las empresas están renovando y contratando personal técnico mucho más cualificado y mejor adaptados a estas nuevas tecnologías. Estaremos mejor preparados, incluso en logística y ventas, presentando unos productos cerámicos distintos al tradicional azulejo, aportando valor. Además, todo esto, nos hace más eficientes medioambientalmente y empezamos a desarrollar la economía circular y colaborativa.

P ¿La digitalización incluye todos los apartados del negocio cerámico?

R La digitalización es transversal a todas las áreas de la empresa y establece una interconexión con proveedores, clientes y plataformas logísticas. Debemos entender que la nueva manera de organizar los medios de producción van desde el origen de los recursos hasta llegar a satisfacer las necesidades de los clientes. Esto lleva implícito que las herramientas que se utilizarán se implantan en toda la cadena de valor, a fin de gestionar todos los datos recogidos, que permitan el análisis rápido, fiable y correcto del mercado para conseguir una diferenciación que nos de una ventaja competitiva y de valor. Cambiar el concepto de producto cerámico, como revestimiento de múltiples aplicaciones, características técnicas envidiables y un diseño que imita a la naturaleza mejorando la gestión de los recursos naturales, aportan un valor que debemos saber vender mejor.

P¿De qué forma va a afectar a las plantillas el cambio de modelo industrial?

R La crisis, en gran medida la ha pagado los puestos de trabajo de menor cualificación, y ahora van a desaparecer todos aquellos puestos que son repetitivos y que pueden ser automatizados: las grandes líneas de producción con muchos puestos de trabajo están llamadas a desaparecer. La digitalización y la robotización harán desaparecer aquellos puestos de trabajo que no aportan valor no solo en las cadenas de producción, sino en todas las áreas de las empresas. Todo aquello que se pueda digitalizar y todo aquello que pueda hacer una máquina, desaparecerá como puesto de trabajo. Ese es el temor fundamental cuando vemos lo que viene. Pero como ha pasado en las anteriores revoluciones industriales, nos adaptaremos a las nuevas necesidades. Creándose y aumentando puestos de trabajo con requerimientos distintos, de diversas áreas de conocimiento, mejor preparados para implantar, atender y gestionar las tecnologías y la información. Y tenemos que vigilar y defender que la fábrica del futuro esté hecha para mejorar las condiciones de vida de las personas y de la naturaleza.

P¿La universidad y la FP están preparadas para ofrecer los profesionales que necesitará la industria 4.0?

R Todavía no. Se están dando pasos importantes, porque desde muchos ámbitos se está diciendo que hay que escuchar a las empresas para conocer con antelación cuales van a ser sus necesidades futuras y, en base a esto, encauzar los planes de formación. No vale una formación aislada de la sociedad, se tiene que formar a los jóvenes para su inclusión en la sociedad actual y futura, y para ello hay que ser ágiles y prácticos.

No hay más que ver los puestos que ocupan nuestras universidades en el ranking mundial y es esperanzador que la universidad de Castelló se haya posicionado mejor. En cuanto a las escuelas de formación profesional, igualmente se tienen que plantear el formar jóvenes acorde a las peticiones de la sociedad y con un grado de respuesta rápido.

.P ¿Qué objetivos quiere alcanzar ATC al dedicar un congreso a la Industria 4.0?

R Queremos poner nuestro granito de arena para ayudar junto con todas las instituciones, asociaciones y elementos activos del clúster para hacer que la fábrica del futuro sea una realidad y funciones con el hombre como protagonista.