El cambio de domicilio social del Sabadell de Barcelona a Alicante ha surtido el efecto esperado y ha logrado revertir la fuga de depósitos y las dudas que la situación en Cataluña había generado en los clientes de la entidad. Así lo aseguró ayer el consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, que defendió el «acierto» de la decisión y señaló que la entidad ya ha logrado recuperar un "porcentaje muy alto" del dinero que los impositores se llevaron y está aumentando su volumen de depósitos.

Guardiola fue el encargado de presentar ayer los resultados trimestrales del Sabadell -la entidad ganó 653,8 millones hasta septiembre, un 1,1% más- y, como era de prever, tuvo que enfrentarse a un sinfín de preguntas sobre el proceso independentista catalán y sobre el traslado de su domicilio social y fiscal. Y lo hizo, además, en Madrid, donde la entidad celebró por primera vez esta presentación.

Lo primero que quiso dejar claro el ejecutivo es que el "plan de contingencia" -como lo denominó- había funcionado y que, a día de hoy, la situación en las oficinas de la entidad es de "normalidad". "A partir del traslado de la sede a Alicante estamos en las mismas condiciones que el resto de jugadores del mercado", apuntó, en referencia a que seguirán bajo el paraguas del BCE con indenpendencia de lo que ocurra en Cataluña y que la única afectación que pueden tener por el "procés" es la que pueda derivarse del freno de la actividad económica. "Las dudas se han disipado", insistió el directivo que, eso sí, no quiso facilitar ninguna cifra sobre la fuga de depósitos que se había producido.

Ante las preguntas de varios medios catalanes sobre la posibilidad de que el banco regrese a Sabadell, una vez que se hayan calmado las aguas, Jaume Guardiola, al igual que hiciera el día anterior el presidente del banco, Josep Oliu, recalcó que el cambio de domicilio era una "decisión muy meditada", que no sea había tomado con "una visión cortoplacista ni temporal".

Es más, el consejero delegado del Sabadell quiso dejar claro el «compromiso» de la entidad con Alicante y anunció que, como ocurrió el jueves, a partir de ahora todos los consejos de administración de la entidad se celebrarán en la capital de la provincia y que también será allí donde deban materializarse "todas las operaciones corporativas del banco», lo que «tendrá repercusión en la economía alicantina". En esta misma línea, señaló que el desembarco de entidades en la Comunidad Valenciana -CaixaBank se ha instalado en València- "impulsará la región" y le permitirá "dejar atrás" el trauma que supuso la desaparición de las cajas.

Del mismo modo, Guardiola negó que su marcha de Cataluña se debiera a las presiones del Gobierno central para debilitar el proceso independentista. "Fue una decisión empresarial, basada en la percepción de riesgo que había en los mercados", zanjó la cuestión

En este sentido, recordó que el banco también ha ido adaptando su estructura a su nueva «realidad» a medida que crecía e incorporaba nuevas entidades, entre ellas, la CAM. De estas forma, señaló, si en 2007 Cataluña aún era más del 50% del negocio de la entidad, en la actualidad sólo representa el 16% y son Alicante, Murcia y Asturias, por ese orden, las provincias donde el Sabadell tiene una mayor cuota de mercado.

Fue en esta "nueva realidad" del banco donde inscribió la decisión -que también confirmó ayer el ejecutivo- de llevarse el gabinete de presidencia y la secretaria general a Madrid, algo que formaba parte del "planning" de la entidad, según dijo Guardiola, quien trató de desvincular este nuevo movimiento del desafío independentista en Cataluña, sin demasiado éxito. El segundo espada del Sabadell no quiso cuantificar el personal que deberá desplazarse desde Barcelona hasta la capital del Estado fruto de este traslado de departamentos -"serán pocos pero muy cualificados", bromeó-, como también eludió responde a la pregunta de si el traslado de domicilio social supondrá reforzar el centro corporativo de Alicante.