n Con una larga ovación y gritos de «¡Viva el Rey!» recibieron ayer a Felipe VI los más de 1.500 directivos que participaron en el XVI Congreso de la Confederación Española de Directivos en el Auditorio de la Diputación de Alicante, en un acto en el que quedó claro el respaldo de la clase empresarial española al monarca en plena crisis por el proceso independentista en Cataluña.

Felipe VI fue el responsable, junto al presidente de CEDE, Isidro Fainé, y el presidente valenciano, Ximo Puig, de clausurar un evento en el que la situación en Cataluña apareció en repetidas ocasiones. Por ejemplo, cuando el ministro Luis de Guindos culpó al desafío soberanista de que la Agencia Europea del Medicamento no se instalara en Barcelona o de la desaceleración en la economía española. Del mismo modo, la defensa de la unidad de España del presidente de Freixenet, José Luis Bonet, arrancó los mayores aplausos de la jornada.

Así, no extrañó que los asistentes -muchos de ellos empresarios con intereses en Cataluña- recibieran y despidieran al Rey con vivas y con aplausos. Y, aunque en ningún momento Isidro Fainé lo relacionó durante su discurso -de hecho el presidente de la Fundación Bancaria Caixa no citó a Cataluña para nada-, sin duda el ofrecimiento a Felipe VI para que ocupara la presidencia de honor de CEDE supone un claro respaldo a su labor.

Un ofrecimiento que el Rey no dudó en aceptar. Felipe VI aseguró que los ejecutivos y empresarios son "una de las columnas vertebrales de la España de nuestros días. "La sociedad española necesita de vuestro sentido de la responsabilidad", dijo el Monarca