El secretario general de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, asegura que la sequía y los diversos siniestros meteorológicos ocurridos a lo largo de 2017 han causado unas pérdidas en el campo valenciano algo superiores a los 304 millones de euros. Según el informe de la organización agraria, mes a mes los siniestros han sido continuos y se suman a los problemas ya endémicos de sequía estructural que padecen algunas zonas, fundamentalmente las situadas en el sur de Alicante. Enero fue el peor mes (con 84,5 millones de euros) por siniestros de pedrisco, frío, lluvias y viento que afectaron de forma generalizada a todos los cultivos. Otro mes con grandes daños fue junio, con cerca de 26 millones en indemnizaciones por pedrisco en cítricos, fruta y viña. Además, las lluvias de octubre causaron pérdidas de 17,7 millones en la uva de mesa mientras que en noviembre hubo pérdidas de 10 millones de euros por las heladas de caqui.