El año 2018 se iniciará con subidas en la tarifa de gas natural, los sellos, los peajes de las autopistas, y una revisión catastral en 1.830 municipios, al tiempo que arrancará con una subida del 4% en el Salario Mínimo y del 0,25% en las pensiones, el mantenimiento de los precios de algunos servicios básicos, como el de Cercanías, o una bajada de las tasas aeroportuarias. El IPC concluyó 2017 con un alza del 1,2%, por encima de la subida de los sueldos de empleados públicos este año (+1%) y del aumento experimentado por las pensiones (+0,25), con las consiguientes pérdidas de poder adquisitivo, si bien se sitúa por debajo del incremento salarial pactado en convenio, que hasta noviembre alcanzaba el 1,43%.

Por el momento, se mantendrá el Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (Iprem) a expensas de que se aprueben unos nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2018, si bien el SMI subirá un 8%, hasta los 735,9 euros mensuales en 14 pagas (10.302,6 euros al año), y las pensiones se revalorización un 0,25% desde el 1 de enero.

En cuanto al sueldo de los funcionarios, el Gobierno baraja una subida de al menos un 1,5% en 2018, tras haber descartado a los sindicatos la congelación de los sueldos públicos, en un contexto de unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 pendientes de aprobación.

Energía

En lo que se refiere a la energía, los precios del sector empezarán el año al alza, debido, entre otros factores, a las subidas en los precios de la materia prima, con un barril de crudo instalado por encima de la cota de los 60 dólares.

Así, esta tendencia alcista en el precio del petróleo en el último trimestre del año ha llevado a los combustibles a escalar a niveles máximos. El precio medio del litro de gasóleo se sitúa en los 1,137 euros, su nivel máximo desde julio de 2015, según los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE). Por su parte, el precio del litro de gasolina alcanza los 1,235 euros.

En el caso de la luz, la parte regulada del recibo (que representa en torno al 41% de la factura) se congelará para este año, de modo que la evolución de la factura dependerá del comportamiento del mercado mayorista, conocido como «pool», que afecta a algo más de un tercio del recibo.

No obstante, la tensión en el pool se mantendrá, al menos en el arranque del año, aunque no será tan aguda como la de enero de 2017, cuando la subida de la demanda por la ola de frío de la segunda quincena, unido a otros factores, llevó a marcar los registros más elevados desde diciembre de 2013.