El informe presentado por el presidente de la Cámara de Comercio de València, José Vicente Morata, y el director territorial de CaixaBank, Xicu Costa, constata el papel de la exportación como tabla de salvación durante la crisis. El mercado exterior fue una salida para el tejido empresarial valenciano en tiempos complejos, pero tras la recesión se ha consolidado como una pata fundamental de su cifra de negocios.

Concretamente, desde 2012 el número de empresas que exportan regularmente ha crecido un 32%. En 2016, casi 22.200 empresas de la autonomía vendieron productos al exterior, el 15% del total. De ellas, 7.391 lo hacen cada año.

El estudio pone de manifiesto la alta concentración geográfica y sectorial de las empresas exportadoras. El área metropolitana de València y las comarcas costeras de la Safor y la Ribera (alta y baixa) «presentan un notable grado de concentración» de empresas exportadoras. El nivel de vocación exterior disminuye dramáticamente conforme se adentra la actividad en el interior de la provincia.

Valencia capital, por su parte, aglutina 1.101 de las 4.000 empresas exportadoras de la provincia, de las cuales dos terceras partes se dedican a actividades del sector servicios.

Además, según la Cámara, «la localización de las empresas exportadoras está directamente relacionada con la superficie industrial y con la disponibilidad de infraestructuras de comunicación desarrolladas (autovías, puertos, nudos logísticos, etc.)». Así, las zonas de mayor demografía empresarial cuentan con infraestructuras de comunicación terrestre de alto rendimiento: A3: l'Horta Oest y La Hoya de Buñol; A7: l'Horta Nord, Oest y Sud; CV 35: Camp de Turia; A7: La Ribera Baixa, La Safor; A7 y A23: Camp de Morvedre, y A7 (Alicante por el interior): La Vall d' Albaida.