El tren de alta velocidad que pretenden poner en marcha los socios de Air Nostrum a través de la mercantil Intermodalidad de Levante va a tener que superar más obstáculos que los ya previsibles en una iniciativa empresarial de esta magnitud industrial y financiera. El Ministerio de Fomento ha presentado un recurso ante la Audiencia Nacional contra el procedimiento que lidera la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para liberalizar el transporte ferroviario de pasajeros, monopolizado por la estatal Renfe.

La Comisión Europea fijó para 2020 la liberalización del transporte de viajeros por ferrocarril dentro de los estados, pero en estos momentos, los servicios ferroviarios internacionales ya puede ser operados, siempre que una puntos entre dos estados diferentes. Es una de esas rutas la que Air Nostrum quiere poner en marcha, a través de esta filial Intermodalidad de Levante. Concretamente la que une Madrid con Montpellier, que pasaría por Barcelona, aprovechando así el tramo más rentable, en competencia con el AVE.

Según el reglamento elaborado por la CNMC, las condiciones para operar estos servicios son que al menos el 20% del trayecto (en kilómetros) y el 30% de los ingresos y viajeros se desarrolle fuera de España.

Frente a esto, el Ministerio de Fomento ha presentado un recurso en que señalan que la resolución de la CNMC altera la normativa europea, ya que entiende que hasta 2020 no se deben abrir servicios ferroviarios con paradas dentro del mismo Estado. Como telón de fondo, aparece la rivalidad entre el ministerio y el organismo regulador de la competencia. Fomento entiende que la CNMC se extralimita en su cometido.

En estos momentos, ILSA negocia la entrada de socios y analiza un pedido de trenes con distintos fabricantes. Su intención es empezar a operar a partir de diciembre de 2020. Bertomeu quiere exprimir la alianza tren-avión en este proyecto de intermodalidad.