El PP logró el domingo en la Ribera Alta su victoria más contundente de la historia de la democracia. Nunca antes había existido tanta diferencia entre el primer y el segundo partido, 29,4 puntos porcentuales, el 55,6% de los votos para el PP y el 26,2% para el PSOE y 37.659 votos de diferencia.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en el panorama popular porque la menor participación y la irrupción de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) provocaron que los populares perdieran apoyos respecto a las elecciones generales de 2008.

En Alzira, el PP contabilizó 653 sufragios menos, en Carcaixent se dejaron 459, en Algemesí 305, en Benifaió 228, en Alginet 178 y en Carlet 110 por citar las poblaciones más grandes. Una caída que, sin embargo, queda compensada con ascensos significativos como en Montserrat (214) o en l'Alcúdia (113). En el cómputo final, los populares pierden en la Ribera Alta 1.653 votos en unas generales.

Sin embargo, su triunfo es el más holgado de la historia principalmente por el naufragio de su principal rival. Por cada votante que perdió el PP al PSOE lo abandonaron diez con una escabechina final de 17.863 electores perdidos. Sin embargo, si se comparan los votos socialistas del domingo y de las últimas autonómicas y municipales, el resultado indica curiosamente una recuperación del voto socialista. Es decir, la comarca ha dado más apoyo a las listas de Alfredo Pérez Rubalcaba (33.467 votos), que a la de Jorge Alarte en las autonómicas (33.188) y bastante más que a todos los candidatos a alcalde que los socialistas presentaron en mayo (31.471).

Algo similar le ocurre al PP que recibe más votos en la Ribera para encumbrar a Mariano Rajoy a la presidencia (71.126) que los que llevaron a Francisco Camps a la mayoría absoluta en mayo (65.490) o los que sumaron todos los candidatos a alcalde el 22 de mayo (57.118). Esto es así por la mayor movilización que históricamente concitan unas generales frente a autonómicas y locales.

La tercera fuerza en número de votos volvió a ser el domingo Compromís con 9.342, cuatro veces más que hace cuatro años. Sin embargo, Compromís logró 14.117 en las municipales y 12.945 en las autonómicas por lo que en términos absolutos también ha retrocedido. La que mantiene un voto muy constante en las últimas elecciones en la Ribera Alata es Esquerra Unida que sumó 6.642, además de la irrupción de UPyD, 4.753 votos.

Triunfo en la Ribera Baixa

Aunque el PP perdió 765 votos en los comicios de este domingo respecto a 2008, el partido de la gaviota ha logrado el segundo mejor registro porcentual de su historia en la Ribera Baixa. Esto le ha valido para ganar las elecciones con un 51,18% de los apoyos, cifra ligeramente inferior a la del 51,68% obtenida en las autonómicas de 2007, el que hasta la fecha es el mejor resultado jamás obtenido por los conservadores si se habla de porcentajes. La victoria del 20N es todavía más meritoria si se tiene en cuenta que la comarca ha sido tradicionalmente un bastión socialista, no en vano el PSOE ha vencido en 8 de las 11 convocatorias parlamentarias que se han celebrado desde 1977 hasta la actualidad.

A la vista de los números, los populares parecen haber tocado techo. La evolución de su voto permanece prácticamente invariable desde hace cuatro años, aunque la debacle socialdemócrata ha estado a punto de llevarles a doblar al Partido Socialista que con el 26,52% de los sufragios ha logrado los peores registros de su historia en unas generales (12.395 papeletas).

El severo castigo al socialismo es tal que solo en las europeas de 1994 (12.008 votos) el PSOE logró menos respaldo que este domingo. La formación progresista empeora, incluso, el porcentaje de las autonómicas de mayo cuando apenas recibió el apoyo del 28,47% del censo. Ante este panorama, cabría creer que los socialistas tocan fondo.

El gran beneficiado de ese naufragio es, sin duda, Compromís-Q. Con el suecano Joan Baldoví como cabeza de cartel ha logrado los mejores frutos para el valencianismo de izquierdas durante la democracia. "Baldo" alcanza el 11,46% de los votos.