Matas. El apellido espanta. Genera turbación, silencios y risa floja. Sobre todo cuando se pronuncia ante los directivos y ejecutivos de banca, que estos días dejan Mallorca de lado cuando se entregan a uno de los deportes más practicados en los pasillos del mundo financiero: la especulación. "Con él [Matas] no hay ni rumores. Mejor estarse callado, no vaya a ser que alguien piense que tienes información privilegiada sobre tu entidad y te relacionen con él", argumenta el director general de una caja que, como las otras cinco consultadas, niega la mayor cuando se le habla de la fianza del ex president: "No es cliente nuestro. Hace años nos hubiera gustado que lo fuera, pero ahora, mejor no", replica en tono de broma el alto ejecutivo, que apunta con bala: "Lo lógico es que se encarguen del aval en la entidad con la que ha trabajado siempre".

Lo que ocurre es que esas entidades son las primeras espantadas por el nombre ahora maldito. Al menos oficialmente. "No nos ha pedido aval", se justifican en una de las que más ha sonado como avalista, en la que rompen una lanza por el ex presidente del PP balear. "No entiendo esta presión sobre el aval. Se le está hurtando [a Matas] el derecho a financiarse para constituir una fianza. Si da garantías de pago, ¿por qué no? Si por ejemplo ofrece el palacete como garantía, con lo que vale, ¿por qué no?", razonan, antes de repetir, por si acaso, que su defensa de los derechos de los presuntos delincuentes no implica relación alguna con el atribulado ex president, que según fuentes de su entorno ayer apuraba personalmente en Madrid sus opciones de encontrar fiador.

Y a juzgar por la contundencia en la negación del aval de todos los consultados, el ex president está sufriendo una penitencia de puertas cerradas. Por mucho que su abogado confiara ayer en que la fianza se constituirá y por mucho que se hayan dado reiteradamente por cerrados dos avales bancarios de más de un millón cada uno, lo cierto es que a Matas le quedan solo la mañana de hoy para salir del paso. "No es fácil ni para él ni para el sector. No es precisamente Fernando Alonso como reclamo al que ligar la imagen de tu banco y menos con la caña que nos están dando a todos por la crisis, pero que nadie dude de que [Matas] va a conseguir el aval", afirma desde la capital a la que se aferra Matas el directivo de uno de los máximos competidores del Santander, el banco que ha hecho del piloto asturiano su imagen de marca. Su argumento es que las cloacas del mundo financiero son inescrutables. ¿Habría que buscar entonces en un paraíso fiscal? "Puede ser, pero recuerda que el aval ha de ser de una entidad autorizada para operar en España. Y al mismo tiempo lo más normal es que sea una entidad que no se juegue demasiado en el mercado español". O traducido: un banco extranjero o uno español con sede en algún país opaco para el juez Castro. O sea, casi cualquiera: teniendo en cuenta que, según un informe del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, cinco de los seis primeros bancos españoles disponen de sede en paraísos fiscales como Bahamas, Panamá, Caimán o las islas de Man y Guernsey, Matas podría recurrir a la inmensa mayoría de los 65 bancos españoles, 136 extranjeros, 83 cooperativas de crédito o 65 establecimientos de crédito autorizadas por el Banco de España. De ahí que los mismos responsables financieros de banca grande y mediana que niegan a este diario que vayan a respaldar al ex president a esquivar las rejas den por seguro que alguien lo hará. "Si tiene en el extranjero lo que el juez y el fiscal creen que tiene, no tendrá grandes problemas con la fianza. El único problema es que será como certificar su culpabilidad". "Por eso lo más normal es que hipoteque algún bien suyo reconocido o de su familia, o incluso que alguien de su entorno que no tema ser investigado hipoteque algo para facilitarle el aval", especula un máximo ejecutivo cajista, que subraya que en caso de aval a Matas le tocará pagar como mínimo unos intereses del 3% anual, que en algunos bancos elevan hasta casi el 6%. Aunque quizá ese sea el menor de los problemas del ex president.