Los cuatro ministros de Felipe González sufrieron en sus etapas huelgas generales. En 1985 era ministro Joaquín Almunia, en 1988, Manuel Chaves, en 1992 Luís Martínez Noval y en 1994 José Antonio Griñán. La opinión unánime es que la gran huelga general fue la del 14-D, de 1988 en la que los sindicatos UGT y CC OO consiguieron literalmente paralizar el país. Los sindicatos no estaban dispuestos a aceptar el abaratamiento del despido o el Plan de empleo juvenil. El éxito de la convocatoria obligó al Gobierno socialista a rebajar sustancialmente su agenda de recortes sociales y a impulsar políticas redistributivas de cierto alcance. Esta huelga marcó la ruptura entre el PSOE y UGT.

La huelga de 1985 la convocó en solitario las CC OO de Marcelino Camacho y, aunque logró hacerse notar en las grandes empresas industriales, no consiguió parar el país. Además, a Felipe González le convocarían dos huelgas más después del 14-D, en 1992 (de media jornada) y en 1994, pero ninguna de las dos tuvo el éxito de la anterior.

Y en 2002 le tocó a Aznar. El motivo, el "decretazo" que recortaba fuertemente la protección por desempleo y las consecuencias, la dimisión del ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio y Gobierno del PP echó para atrás el decreto, aprobado por la vía de urgencia unas semanas antes.

En 1978, con Suárez, España se sumó a una huelga de alcance europeo.