El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha iniciado su discurso de despedida con una declaración de apoyo al que será su sucesor, Pedro Sánchez: "Tienes mi apoyo, mi apoyo total, ahora y siempre como secretario general, mi apoyo incondicional", ha dicho en el congreso extraordinario del PSOE.

Rubalcaba ha felicitado a Sánchez por su triunfo, por su "determinación" a la hora de presentarse y porque será el primer secretario general elegido por todos los militantes. "Felicidades de corazón", ha dicho, antes de garantizarle el apoyo que, según ha dicho, le ha expresado muchas veces en privado en estas semanas.

El aún secretario general ha agradecido el calor humano con el que le han recibido los militantes y ha bromeado con el calor físico del auditorio. "Esto se ha convertido en una sauna", ha bromeado, dejando claro que la poca fuerza del aire acondicionado no tiene "nada que ver con la austeridad" que predica para el PSOE.

Una gran ovación de despedida

El secretario general saliente del PSOE ha recibido hoy la ovación de los más de 3.000 asistentes al congreso federal del partido puestos en pie en el plenario, después de que la presidenta andaluza, Susana Díaz, le agradeciera que haya "dirigido el partido en un momento muy difícil y complicado".

Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha despedido de su cargo pidiendo al PSOE que sea "ejemplar" y coherente con sus principios y recordando que cuando no lo han sido lo han pagado caro, en un discurso personal, con apenas autocrítica, en el que ha dejado claro su apoyo "total" e "incondicional" a su sucesor Pedro Sánchez.

Rubalcaba ha avisado a los suyos de que la acción del PSOE se sustenta en tres patas: partido, proyecto y principios, y ha avisado de que estos "no basta con tenerlos, hay que vivirlos y practicarlos" en el día a día de la acción política: "Cuando no se vive como se piensa se termina pensando como se vive", ha dicho.

Así, ha recetado a los suyos coherencia, lealtad -empezando por los propios compañeros-- y defender siempre los intereses generales, y ha recalcado que olvidar esos principios les ha traído a los socialistas "muy malas consecuencias". "Los españoles no nos perdonan que lo hagamos y hacen bien, a la izquierda se le tiene que medir por la propuesta política y la calidad de su liderazgo pero sobre todo por el respeto a sus principios y sus valores, los socialistas tenemos que ser ejemplares todo el día", ha avisado.

El líder saliente ha reconocido que la relación del PSOE con el poder siempre ha sido difícil, y ha pedido a los socialistas que tengan presente que si quieren tener el poder es para dárselo a quienes sólo tienen el poder de la democracia. Así, ha recomendado "subordinar los intereses personales a los del partido" y estos a los del interés general. "Somos la izquierda que quiere gobernar, que no se conforma con estar en la calle mientras gobierna la derecha", ha dicho, convencido de que los ciudadanos no les votarán por lo que han hecho sino por lo que son capaces de hacer.

Y además, ha dejado clara su confianza en las posibilidades electorales del PSOE, subrayando que es "el único partido que no tiene que esconder lo que piensa ni prometer lo que no va a hacer para ganar unas elecciones".