El carácter plebiscitario que proponía el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y su candidatura de Junts pel Sí, y que han terminado «de facto» por asumir durante la campaña el resto de formaciones que se presentaban a estas elecciones autonómicas catalanas anticipadas, deja un panorama tan incierto como estaba antes de la convocatoria.

Las fuerzas soberanistas han ganado ampliamente en número de escaños (72, cuatro más de los necesarios para la mayoría absoluta, pero dos menos de los que tenían desde 2012), pero se quedan en el 47,83 % de votos (tenían el 47,89 %). Así pues, lo que para unos será suficiente para seguir con el proyecto secesionista, no lo será para otros. El llamamiento al voto de todos los partidos y la excepcionalidad de estos comicios ha dado lugar a una participación histórica en unas elecciones autonómicas en las que los catalanes han acudido masivamente a votar logrando una participación del 77,45 %, casi diez puntos más que en las de 2012, que eran las más concurridas hasta la fecha.

La mayoría soberanista ha quedado clara, pero dependerá pactos para llevar adelante la hoja de ruta propuesta por Convergència y Esquerra Republicana (ERC) para en 18 meses estar en condiciones llevar a cabo la «desconexión» con España. La lista de Junts pel Sí, que engloba a Convergència (por primera vez sin Unió), más ERC y otras formaciones y entidades soberanistas (Demòcrates de Catalunya y Moviment d'Esquerres) ha ganado las elecciones con 62 diputados (39,63 % de los votos), ocho menos que los obtenidos por ambos partidos por separado en las elecciones autonómicas de 2012. Además, la candidatura unitaria ha cosechado menos votos, a pesar de la alta participación, que en las elecciones anteriores. Han sido 40.000 votos menos, claro que Unió ha tenidos casi 100.000.

Además, uno de los objetivos de la candidatura unitaria era integrar también a la CUP, que decidió no entrar y presentarse en solitario.

Mas en manos de la CUP

Sumando ambas candidaturas, la mayoría absoluta independentista se supera ampliamente gracias a los 10 diputados de la CUP, formación que ha triplicado su número de escaños tras negarse a integrarse en Junts pel Sí. Todos dan por hecho que la CUP apoyará un gobierno independentista, poro sus dirigentes y candidatos han dejado claro durante toda la campaña que no apoyarán la investidura de Artur Mas, además de considerar, a diferencia de Junts pel Sí, la mayoría plebiscitaria la darían los votos, no los escaños y, en este sentido, los independentistas no han supurado el 50 %. La postura que adopte la formación que lidera David Fernández será decisiva para la formación del nuevo gobierno.

La segunda fuerza y la triunfadora por el ascenso cosechado ha sido Ciudadanos, cuya lista encabezada por Inés Arrimadas ha pasado de 9 a 25 escaños (17,91 % de los votos). De un salto ha dado el sorpaso, al PP, al PSC y a Iniciativa per Catalunya (ahora en Catalunya Sí que es Pot junto a Podemos). En cualquier caso la propuesta del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, de formar un gobierno de unidad en torno a su candidata no será posible, dado que entre todos los hipotéticos partidos que podrían sumarse no podrían gobernar. El resultado también refuerza, a menos de tres meses para los comicios generales, al líder de C´s, Albert Rivera, que se postula para la Moncloa.

Los resultados electorales han sido un palo especialmente para el PPC, que pierde ocho escaños, y para la candidatura de Catalunya Sí que es Pot que no ha cumplido las expectativas.

La candidatura de Xavier García Albiol pasa de los 19 que tenía a once, mientras que la la lista de izquierdas encabezada por Lluís Rabell, se ha quedado en 10 escaños, tres menos de los que tenía ICV-EUiA en 2012. El efecto Podemos no ha tenido ningún efecto a pesar de la implicación en la campaña de su líder, Pablo Iglesias.

Pos su parte el PSC de Miquel Iceta también ha salido mal parado al pasar de 20 a 16 diputados, aunque el hecho de mantenerse como tercera fuerza y ser la fuerza mayoritaria de la izquierda hace perder dramatismo a su resultado.

Así pues, los resultados de la noche electoral del 27S deja las tres posturas que había durante la campaña en la misma situación. A pesar de que Artur Mas y los representantes de Junts pel Sí afirman que el independentismo ha ganado, lo cierto es que han quedado por debajo de los resultados que tenían.

La tercera vía que con distintos matices proponen el PSC (federalismo), Catalunya Sí que se Pot (derecho a decidir) y Unió (catalanismo, pero no secesión), no ha seducido a los catalanes. Si antes el PSC e ICV tenían 33 diputados, ahora entre los dos suman 26, ya que Unió se ha quedado fuera del Parlamento tras su ruptura con CDC.

Por el lado opuesto, los partidos radicalmente contrarios al independentismo, sumando C´s y PP, salen reforzados, ya que antes tenían 28 escaños y ahora lograrían 36, con el espectacular ascenso del partido de Albert Rivera y el varapalo para el partido de Mariano Rajoy en Cataluña.