La magistrada Carmen Lamela (1961), que ha resuelto mandar a prisión a Oriol Junqueras y a siete exconsellers, se ha convertido en una de las protagonistas de la actualidad informativa del último mes. Además de instruir la causa por un presunto delito de sedición, también envió a la cárcel al expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, y dirige el procesamiento de las nueve personas acusadas de un delito de terrorismo por las agresiones a miembros de la Guardia Civil en Alsasua (Navarra). Fue, también, quien envió a prisión a los presidentes de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Lamela comenzó su carrera en la judicatura en 1986 y un año después empezó a trabajar en el Juzgado de Primera Instancia en Orihuela. Entre 1989 y 1993 ejerció en la Audiencia Provincial de Barcelona. Posteriotrmente, se trasladó a Madrid. Se la considera una magistrada de tendencia progresista. Entre 2009 y 2011 trabajó en el equipo de Iñaki Sánchez Guiu, secretario general de Modernización de la Administración de Justicia en el Ministerio que encabezaba entonces el socialista Francisco Caamaño.

El pasado mes de febrero, la jueza concluyó el sumario para su posterior enjuiciamiento por un delito de terrorismo a los 9 jóvenes imputados como partícipes directos de la agresión a dos guardias civiles y sus parejas hace ahora un año en Alsasua (Navarra).

Asimismo, instruye la causa contra el expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, acusado de quedarse con 6,5 millones de euros, que luego blanqueó en Andorra, de la venta de derechos audiovisuales de 24 partidos amistosos de la selección brasileña de fútbol. En agosto rechazó, por segunda vez, poner en libertad a Rosell.