Al hablar de vehículo híbrido lo primero que nos viene a la cabeza es aquel que utiliza un motor de combustión interna y uno eléctrico, cuando lo lo cierto es que este término es mucho más amplio de lo que parece, al incluir cualquier coche que conjuga dos propulsores distintos, e incluso dos combustibles para un mismo motor, como es el caso del modelo con el que realizamos nuestra última ruta híbrida: el Seat León TGI.
Esta versión del compacto español puede alimentar su propulsor 1.4 litros de 110 cv con gasolina, o con Gas Natural Comprimido, ese mismo que utilizamos en casa pero reducido a un 1% de su volumen y almacenado en un segundo depósito específico. Para analizar en profundidad qué tal funciona esta hibridación recorremos la Serra Mariola adentrándonos en localidades como Banyeres de Mariola o Biar, en otras.
Sorpresa antes de arrancar
Las sorpresas con el Seat León TGI comenzaron incluso antes de arrancar el motor, ya que al contrario de las baterías de los de los híbridos eléctricos, este modelo no necesitan mucho tiempo para llenar su tanque de GNC. La maniobra es muy similar a la de los surtidores de gasolina y dura apenas un minuto. Y lo mjeor de todo... con apenas 13 euros llenamos unos 15 litros de gas, lo que nos ofrecía una autonomía total de 1.300 kilómetros, con más de 320 kilómetros exclusivamente propulsado por GNC.
Con los depósitos a tope ponemos rumbo a la Serra de Mariola, en Alicante. Ésta es una de las cadenas montañosas más representativas de la Comunitat Valenciana y a ella accedemos por la CV-81 tras recorrer la mayor parte del camino por la A-7. Este tipo de vehículos recurren por defecto al depósito de gas y sólo cuando éste se agota pasan a utilizar la gasolina. Conocer esta información y el testigo de GNC que se ilumina en el cuadro de instrumentos es lo único que nos permitía saber que avanzábamos con gas, ya que el sonido, el comportamiento y el rendimiento del coche es prácticamente idéntico que cuando recurre a la gasolina. La cifra de consumo medio de apenas 4 l/100 km al llegar a nuestro primer destino nos confirmó que recorrimos los más de 100 km con gas, ya que este combustible es mucho más eficiente que la gasolina.
Un paseo por Banyeres
La primera parada de nuestra ruta fue en el Museu Valencià del Paper de Banyeres de Mariola, situado en el rehabilitado palacete ´Villa Rosario´ y rodeado de un hermoso parque. El Museu Valencià del Paper es el único en su género existente en la Comunitat Valenciana y ofrece una amplia visión histórica, económica y social sobre la evolución de la elaboración del papel, desde sus orígenes en China, en el año 105 d.C.
De igual modo y gracias a la gentileza de las autoridades de la ciudad y a la de la oficina de turismo, pudimos visitar también en exclusiva la Ermita del Santo Cristo, desde donde teníamos una vista privilegiada de la ciudad y del Castillo que corona la población. A los pies de este último también visitamos el monumento a San Jorge, que fue construido para conmemorar el lugar donde se encontraba la antigua ermita del Conjurador.
Pese a la exigente orografía de Banyeres, que nos obligaba a estar continuamente subiendo cuestas, y a las sinuosas calles que nos hacían avanzar con lentitud, el consumo de gas apenas se elevó hasta los 4,5 l/100 km, una cifra que en el caso de usar gasolina estamos seguros que habría superado los seis litros.
Rumbo a Biar
Desde Banyeres de Mariola tomamos la CV-804 para llegar a la localidad vecina de Biar que, como la primera, esconde rincones y monumentos que son visita obligada para los que viajen hasta la Serra de Mariola.
El trayecto intermedio que recorre por los típicos parajes del interior de la Comunitat Valenciana, con su inconfundible vegetación de plantas aromáticas, nos sirvió para conocer el lado más dinámico del Seat León TGI. Por las reviradas carreteras constatamos el gran trabajo que ha realizado la marca española con el chasis de este vehículo. Su excepcional aplomo y el rápido paso por curva sólo se vio penalizado por el escaso agarre de unos neumáticos ´Eco´, destinados a reducir los consumos. Algo también lógico en un coche de las características del TGI.
Ya en Biar, nos dirigimos a unos de los rincones más bonitos de la comarca, el Santuario de Nuestra Señora de Gracia. Consta de tres naves. La central tiene bóvedas de crucería, recubiertas con pinturas que representan el sol, el escudo de Biar y el escudo de Aragón. El resto de naves tienen cúpulas ciegas y forman las diversas capillas. Uno de los elementos más llamativos es su suelo de colores de principios del siglo XX. Junto al Santuario se puede ver otras construcciones como la vivienda del ermitaño o la Hospedería donde durante muchos años residían los Capuchinos Franciscanos. Además, el Santuario está inmerso en un enclave bucólico rodeado de grandes pinos y cuenta con una gran área recreativa.
Desde el Santuario se disfruta a su vez de una maravillosa vista general de la población y del castillo que lo corona. Éste es precisamente nuestro siguiente destino. Está incluido en la ruta de los castillos del Vinalopó, y fue declarado Monumento Nacional en 1.931. Está situado en un cerro rocoso a 750 m de altitud, es de origen musulmán y se sitúa cronológicamente a mediados del siglo XII. Su, estructura conserva un doble recinto amurallado y almenado con su correspondiente paso de ronda, con cuatro cubos en el exterior y tres en su interior, ordenado alrededor de la gran torre Maestra o del Homenaje. La torre, de 19 metros de altura, conserva en su interior el ejemplo considerado más antiguo, en bóvedas de estilo almohade.
Vuelta a casa
En lo "más alto" de nuestro viaje ponemos de nuevo rumbo a casa. Es a las propias puertas de Valencia cuando se nos agota definitivamente el depósito de combustible de GNC, tras más de 300 kilómetros recorridos con una media de consumo de apenas 4 l/100 km, en un exigente uso del vehículo. Estamos por tanto ante un coche extremadamente austero y con un sinfín de ventajas que lo sitúan como la alternativa actual más real y firme ante los vehículos híbridos-eléctricos, a los que se asemeja en muchos aspectos como la eficiencia o la obtención del distintivo ambiental ECO que le aporta inigualables ventajas en el uso en ciudad, siendo su principal ventaja ante éstos un precio de compra mucho más reducido que es en muchos casos menor que el de un coche diésel.
Y si a los beneficios del GNC le sumamos la excelencia de un coche como el Seat León, que brilla por su excepcional dinamismo y confort, obtenemos un modelo a tener muy en cuenta a la hora de adquirir un vehículo compacto que nos ofrezca un elevado rendimiento, con una extraordinaria eficiencia de uso y con todas las ventajas de tecnológicas de un coche de última generación.
La Façana Hotel Rural y Restaurante
En la localidad alicantina de Biar se ubica el Hotel Rural y Restaurante La Façana. Su cocina tradicional y casera, realizada con productos de la zona, invita a descubrir los sabores de la cocina típica alicantina. Su privilegiada situación, permite disfrutar desde su terraza de una comida con vistas a su magnífico castillo del siglo XII que corona la localidad. La Façana ofrece a sus clientes diferentes opciones para todo tipo de celebraciones, desde reuniones familiares hasta comidas o cenas con amigos. .
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MasQi Hotel
Situado en Banyeres de Mariola, su nombre hace alusión a la energía universal, y sobre ella gira todo en Mas Qi, donde sobre todo se busca el bienestar. Ofrece cocina macrobiótica y energética, clases de yoga tanto en el interior de la casa como en el exterior, con 150 hectáreas dentro de un parque natural. También se brindan experiencias como: cenas a ciegas, sesiones "detox", talleres de estilo de vida sano, etc. www.tempsdeinterior.com
L´Alqueria del pilar
Esta antigua finca de labranza de origen árabe rodeada de montañas, se encuentra en Banyeres, ubicada en un extraordinario entorno paisajístico. En el interior, paredes de piedra y vigas de madera visten cuatro acogedores apartamentos con porche y barbacoa. Un lugar perfecto para disfrutar de la exquisita gastronomía de la zona.
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