Caso Abierto - Levante-EMV

Caso Abierto - Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribunales

"Mi jefe me pidió una felación y yo le respondí que no era prostituta"

La Fiscalía pide 18 años de cárcel al gerente de un bar de Quart por abusar de una trabajadora marroquí

"Mi jefe me pidió una felación y yo le respondí que no era prostituta"

La Fiscalía pidió ayer al comenzar el juicio que el gerente de un bar de Quart de Poblet sea condenado a 18 años de prisión por abusar de una trabajadora. El fiscal acusa al imputado de obligar a la mujer a mantener relaciones sexuales bajo la amenaza de no hacerle un contrato de trabajo. La denunciante explicó que confesó lo que ocurría a sus compañeros porque la veían llorar.

La presunta víctima es una inmigrante marroquí que llegó a España hace diez años. La mujer indicó al tribunal que empezó a trabajar sin contrato en el bar de Quart de Poblet como limpiadora. La denunciante logró su primer contrato, según recoge el escrito de acusación del fiscal, en noviembre de 2009.

El acusado supuestamente comenzó a abusar de la víctima a mediados de 2008. «El primer año me trató con respeto, pero después empezó a acosarme. Me agarraba de los pechos», relató al tribunal entre sollozos. La mujer añadió que al final la forzó. «Me pidió una felación y yo le dije que me dejara en paz. Le advertí que no era una prostituta, que yo estaba aquí para sacar adelante y dar de comer a mis tres hijos y que su mujer era joven», aseguró.

La denunciante precisó que desde entonces las agresiones fueron constantes. «Me obligó a hacerle las felaciones. Me cogía del pelo y me daba palmadas en el trasero. Él me decía que no pasaba nada, que era normal. Las felaciones tenían lugar en cualquier sitio, bastaba con que no estuviera su mujer», indicó.

La víctima señaló que al principio ocultó lo que supuestamente estaba pasando. «No se lo dije a nadie. Mis compañeros me preguntaban qué me pasaba porque me veían llorar. Al final se lo conté a todos salvo a la cocinera. Ellos me animaron a que le mordiera y a que denunciara los hechos a la policía».

Abusos semanales

Según la Fiscalía, la mujer se sometió a los abusos sexuales de su jefe ante el temor a no poder regularizar su situación en España. Los abusos, siempre según la acusación, se repitieron de forma continuada con una periodicidad semanal. El acusado supuestamente le pedía a la víctima que se quedara los sábados por la noche después del cierre con la excusa de que tenía que realizar alguna labor de limpieza.

La última vez que el acusado supuestamente abusó de la mujer fue en las Navidades de 2010. La denunciante fue despedida en febrero de 2011.

La Fiscalía acusa a Pascual G. F. de un delito contra los derechos de los trabajadores y de un delito continuado de agresión sexual. El fiscal reclama que el procesado cumpla tres años de cárcel y pague una multa de 4.320 euros por el delito contra los derechos de los trabajadores y quince años de prisión por las agresiones sexuales. Además, exige que el imputado indemnice a la víctima con 12.000 euros.

El procesado negó las acusaciones de los supuestos abusos e insistió en que la mujer solo trabajó días sueltos antes de firmar el contrato.

Compartir el artículo

stats